Alerta roja de captura internacional por la Unidad de Crimen Organizado. Con esa orden judicial emanada de Uruguay, un chileno de 33 años fue detenido mientras hacía escala en Panamá camino a sus vacaciones.
Mauricio Cortez estuvo detenido con pandilleros y asesinos en precarias condiciones durante 47 días hasta que los tribunales dijeron otra cosa. Hoy habló en exclusiva para 24 Horas.
Según su testimonio, todo ocurrió el pasado 17 de enero, cuando este antropólogo de 33 años se encontraba camino a Cuba. "Me dijeron que estaba detenido por el delito de contrabando. Ahí me quedo blanco sin entender nada", relata.
La razón de la equivocación se debería a que en julio de 2017, Mauricio participó en un congreso en Montevideo (Uruguay). Justo en esa fecha, y en el mismo hotel donde se estaba alojando, buscaban a otro chileno miembro de un grupo de contrabando de medicamentos deportivos.
De esta manera, fue trasladado a una cárcel llena de peligrosos pandilleros panameños que lo apodaron "Chile": "Por primera vez empecé a sentir miedo. Eran horribles las condiciones", reconoció el afectado.
Con la ayuda del cónsul chileno en Panamá, Francisco Sepúlveda, este chileno logró ser cambiado de celda a una con personas menos peligrosas. Además, el diplomático le obsequió el libro "Antología General" de Pablo Neruda, gracias al cual pudo pasar los días de manera más tranquila.
Así transcurrieron los días hasta que el 3 de marzo, fue extraditado de vuelta a Uruguay donde fue puesto en libertad gracias a que el otro chileno que estaba siendo buscado se declaró culpable. "Nadie en Uruguay me pidió perdón", asegura.
Ahora, con la ayuda de su abogado en Uruguay prepara una millonaria demanda en contra del Estado uruguayo por el daño sicológico que sufrió.