Click acá para ir directamente al contenido

Juicio al Transantiago

Expertos en transporte insisten en incluir a la gente en las soluciones y coinciden con las autoridades en no crear expectativas superiores a la realidad.

Agustín Benaprés

Miércoles 6 de junio de 2012

El sistema público de transporte vive días difíciles. Aglomeraciones, problemas de frecuencia en el Transantiago, medidas de contención en el Metro y protestas públicas por un servicio que es calificado por los usuarios como deficiente y donde urge tomar medidas.

Los nuevos contratos anunciados por el Gobierno pretenden dar incentivos a las empresas para que mejoren la calidad del servicio y con ello se pueda incrementar la frecuencia de las micros, reducir los tiempos de transbordo y descongestionar tanto las calles como las líneas subterráneas.

 

Las autoridades han mostrado su cautela ante los anuncios y, en ese sentido, la sinceridad de las palabras del ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Pedro Pablo Errázuriz, es clara señal de eso: "Esperar que el transporte público se convierta en una buena noticia es difícil. Ahora los contratos están pensados en los usuarios, eso significa que a la empresa le importa que las personas se suban a la micro, que lo hagan en forma ordenada, que no pasen micros juntas una detrás de otra y eso va a hacer que la frecuencia mejore mucho", afirmó en una entrevista con 24 Horas en la Mañana.

Asimismo, señaló que "las mejoras, que son importantes, no van a convertir el transporte público en una maravilla. Si uno le pregunta a una persona en la calle, siempre va a tener una visión crítica al transporte público, pero eso no significa que no se pueda mejorar". Declaraciones que van en la línea con lo que plantea el coordinador del Transantiago, Patricio Pérez, quien afirmó en el Canal 24 Horas que "no queremos elevar expectativas".

 

24horas.cl conversó con expertos en transporte de la Universidad Diego Portales (UDP). El académico de la facultad de Ingeniería de dicha casa de estudios, Carlos Melo, sostiene que "estoy absolutamente de acuerdo con que no existe ninguna receta mágica para que de un día a otro se pase de un sistema de transporte público que no es bueno a uno que las personas consideren de calidad".

Pero indica que sí hay medidas que se pueden tomar: "Posibles soluciones pasan por estimular a que la gente vea al bus como alternativa al Metro. Y ahí se podría aumentar la diferencia tarifaria entre los dos modos, que se puede hacer incrementando el valor del Metro o disminuyendo la tarifa de las micros. Y también mejorando los servicios de buses que es lo que se está realizando con los nuevos contratos".

 

Para Melo, "hay medidas que son a más largo plazo, como la construcción de las Líneas 3 y 6 y con eso descongestionar la Línea 1 que es la que tiene mayor aglomeraciones. Pero básicamente las medidas de corto plazo van por gestión tarifaria u otras medidas pero que tendrían un impacto marginal".

Por su parte el director del Laboratorio Ciudad y Terrotorio de la UDP, Genaro Cuadros, explica que "Transantiago tiene muchas cosas que son buenas, pero hay una cosa que estuvo en la génesis de su mal diseño y es que es un modelo de transporte que se diseñó sin los usuarios. Llegó el momento de dejar de hablar de transporte para pasar a hablar de movilidad. Acá no estamos transportando cosas ni animales y por ende estamos transportando personas".

 

Para Cuadros, esto debe ser abordado "no como una mitigación, sino como parte de un problema estructural. Se debe incorporar a la ciudadanía, a los usuarios del Transantiago, en las decisiones que se toman. Es impresionante que nadie conozca, no sepa cómo ni quién toma las decisiones respecto del principal transporte público del país y tampoco nadie conoce al director del Metro. Son personas que son designadas en sus cargos por autoridades por cualidades de empresario o de gestión de gerencia. Sin embargo, hoy te enfrentas a una serie de demandas a las cuales ellos no responden ni se hacen cargo".

Metro "el modelo que dejó de ser perfecto"

"El Metro antes de Transantiago era un modo de transporte que brindaba un nivel de servicio espectacular para los usuarios, pero que era subutilizado para la inversión que implicaba ser una línea de Metro. Después de Transantiago, su uso aumentó muy significativamente y como esto es un sistema combinado ahora las personas pueden elegir y preferir cuando hacer su viaje en Metro. Y ellas prefieren la confiabilidad de tiempos de viaje que da Metro. Porque, aunque vayas apretado, tú sabes que el viaje va a durar una cantidad determinada de tiempo y cuando eliges la opción bus no sabes cuánto va a durar", detalla Carlos Melo.

 

Aunque agrega, "es verdad que las condiciones de traslado en algunos momentos del día son bastante poco deseables. El ir 6 ó 7 personas por metro cuadrado sin aire acondicionado, no son condiciones de comodidad en ningún caso, pero las alternativas que tienen no son muchas".

Además insiste, "las medidas que Metro está implementando que son traer nuevos trenes para ocupar todos los andenes, sistemas de pilotaje que minimicen el tiempo entre trenes, son las medidas que Metro puede tomar hoy, no hay otras medidas adicionales. Metro hoy es muy sensible a cualquier problema que pueda ocurrir en la red, ante caídas o fallas de trenes y que sintamos una especie de colapso momentáneo, pero eso es natural que pase cuando los sistemas operan a capacidad. La tasa de falla que tiene Metro es muy baja así que lo están haciendo lo mejor que pueden para la cantidad de gente que transportan"

El académico Genaro Cuadros apunta a la necesidad de cambiar la forma en que se abordan los problemas: "El ministerio de Transporte y Transantiago deben convocar al consejo ciudadano de Transantiago y con ello le permitiría pasar a una política de movilidad, donde los usuarios son un gran actor. Puede llegar a ser muy colaborativo a la hora de hacer un uso racional de los sistemas de transporte".

Luego explica que "uno de los principales problemas de Transantiago no tiene que ver con las variables duras -de ingeniería o transporte- sino que son variables blandas, la gente no paga porque el sistema está deslegitimado y todos los actores actúan para seguir deslegitimándolo. En algún momento debemos parar ese círculo vicioso porque tiene una gran deuda sobre el funcionamiento del sistema, una mala apreciación de las personas y tiene saturado a los demás sistemas de transporte".