Alfredo del Río, coordinador general del programa de reasentamiento para los refugiados sirios del Ministerio del Interior, se refirió al caso de cinco familias pertenecientes al grupo de refugiados sirios que arribó a nuestro país en octubre, quienes solicitan salir de Chile luego que una integrante del grupo fuera atacada el fin de semana en la comuna de Macul.
Según relató la mujer que mantenía un embarazo de cinco meses, ella caminaba junto a un grupo de amigas cuando un sujeto -aparentemente con problemas mentales- comenzó a insultarla por llevar su hiyab (velo islámico), gritándole y luego abalanzándose sobre ella, provocando que cayese y se golpeara en el abdomen. Posterior a ello, se constató que su hijo ya no tenía signos vitales.
Del Río, quien trabaja en el Departamento de Migración y Extranjería, señaló que "es muy difícil para nosotros entender que luego de manifestar que lo estaban pasando mal, como lo habían pasado en la guerra, decir que acá podían tener un futuro y en menos de 45 días tengamos una situación así por un hecho fortuito. Es inexplicable".
Sobre el presunto ataque la mujer, el encargado lamentó el hecho y lo calificó de "fortuito". Además, recordó que desde el Ministerio del Interior se realizó la denuncia para que la justicia investigue y determine si es que hay responsabilidades.
"Nosotros pensamos que todo indica que esto fue un hecho fortuito y que nuestro país es seguro y no hay problemas de seguridad para ellos", agregó.
En esa línea, manifestó que tras el incidente tuvieron una reunión con trece de las catorce familias refugiadas. "Se hizo en la mezquita de Ñuñoa, donde los representantes de la mezquita y los de la comunidad siria intervinieron diciendo que ellos como musulmanes pueden circular por cualquier calle de Chile, sin tener ningún problema y que lo han hecho por años. Que no se preocupen que esto no es una indicación negativa o que esté dirigida a la comunidad musulmana".
Eso sí, enfatizó que los ciudadanos extranjeros antes de llegar firmaron un documento que indica que tanto Chile como la Agencia de la ONU para los refugiados, no los regresaría a su país o al Líbano. "No hay responsabilidad de pagar ningún pasaje, ni de llevarlos a ninguna parte. Entonces es una decisión libre que tienen", enfatizó.
En esta línea, no se descarta que los ciudadanos sirios hayan utilizado a Chile como país trampolín para llegar a Europa, ya que los beneficios sociales son mucho mayores.
La representante de la Agencia de Refugiados de la ONU, Delfina Lawson, sostuvo que los canales siempre han estado abiertos para dialogar. "Nosotros no vamos a dialogar en esas condiciones, y estamos seguros que si promovemos un programa de reasentamiento en Chile es porque Chile es seguro y que se pueden dar las condiciones para que ellos se puedan integrar acá", manifestó.
Desde la Asociación de Beneficencia Siria señalaron que Chile es más seguro que Siria y el Líbano. "Ellos tienen ese juicio crítico porque vienen con problemas, estrés, necesitan apoyo psicológico, y lo están negando. La petición que ellos hacen, no sólo es exagerada, sino que irreal", aseguraron.
