"Espero que nunca más otro director sufra lo que yo he sufrido", indicó el renunciado director del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Francisco Labbé, tras las acusaciones sobre una posible manipulación del Censo 2012.
El tema comenzó a escalar por la denuncia realizada por el medio Ciper Chile, donde se reveló que se había informado oficialmente que 16,3 millones de personas fueron censadas cuando la cifra real sería 15,8 millones.
Luego, una entrevista a la asesora del ex director del INE, Mariana Alcérreca, indicó que a medida que se avanzaba en el levantamiento de información del Censo y los datos demostraban que las proyecciones de población se alejaban de la realidad comenzó el nerviosismo y se visó la entrega errónea de datos.
Como una bola de nieve, la polémica creció y Labbé presentó su renuncia, la que fue aceptada en el gobierno.
"(Renuncié) porque se ha llegado a un extremo. No estoy dispuesto a aceptar que mancillen mi nombre. Tengo toda una vida de un hombre decente, correcto, no he tenido en mi vida un cheque protestado. No me merezco lo que está pasando. Y porque no estoy dispuesto a que, a través de mí, se siga destruyendo a la institución", señaló el ex directivo en entrevista con El Mercurio.
En la publicación de este sábado, Francisco Labbé sostuvo que las declaraciones de Alcérreca "son cosas que puede decir ella" e indicó que tomó una decisión cuando se le preguntó que hacer al momento de tener los resultados del Censo.
Además, explicó que el proceso realizado -llamado "de derecho"- tiene la desventaja que al no hacerse sólo en un día, sino en un período de tiempo más largo, es más difícil encontrar a las personas en sus casas y aumenta la cantidad de viviendas sin moradores.
"Los censos como el que hicimos nosotros los hacen países más avanzados porque es más profesional, se contratan personas, se garantiza la seguridad a la población", señaló.
Labbé dijo que evalúa iniciar acciones legales contra su ex asesora.
"La cosa es muy simple: sabiendo que tienes un cierto número de viviendas que existen y que no fueron alcanzadas, porque se construyeron entre el pre Censo y el Censo y no estaban identificadas, nosotros no nos podemos olvidar de ellas y eso era equivalente a 200 mil y eso se me ha imputado", explicó.
"Hay gente que opina que no se imputan (las viviendas) y otra que se imputan, pero eso es un juicio de valor. Pero de ahí a decir que se inventaron, eso no", añadió.