Una insólita situación afectó este lunes en Cerrillos a un camión de la empresa Brinks, el que fue robado por un propio funcionario encargado de la seguridad.
Tras retirar dinero desde un banco, el vehículo se detuvo en la intersección de las calles Carlos Aranda y Félix Margoz para comer.
Faltando al protocolo, tres de los cuatro ocupantes se bajaron a comprar, y el guardia que se quedó aprovechó la situación para huir con dos bolsas que contenían en total 60 millones de pesos.
La Brigada de Robos Occidente de la PDI tiene identificado al sospechosos y se encuentra realizando las diligencias para dar con su paradero.
Foto: Agencia Uno