Un macabro crimen quedó al descubierto este domingo en la localidad de Tomé.
Un hombre mató a la dueña de un hotel donde se hospedaba cuando la mujer, Mara Reyes, de 57años, le pidió que dejara el inmueble.
El imputado y su pareja no tenían dinero para seguir pagando el hospedaje, por lo que se ofrecieron para cumplir labores de aseo y administrativas, pero no duraron mucho.
Reyes les solicitó que abandonaran el hotel, desatando la ira del hombre que, en un forcejeo, acabo con la vida de la mujer asfixiándola. El cuerpo de la víctima fue escondido en una bodega de la casa donde se guardan muebles antiguos.
Sin embargo, lo insólito fue que -tras el crimen- el imputado permaneció cuatro días más en el inmueble haciéndose cargo de la recaudación del dinero que dejaban las personas que alojaban en el lugar, argumentando que la dueña se encontraba fuera de la ciudad.