Bastó un segundo para que esta banda hiciera de las suyas en una  caseta de autoservicio de una bencinera en  el sector norte de Santiago. Rápidamente se apoderan de un notebook y de la caja donde estaba el dinero que incluso cayó al suelo. Luego tiran los cables  de  la cpu. Sin embargo es esta caja fuerte el objetivo de este asalto-saqueo.Allí estaba toda la recaudación de un fin de semana . La golpean tanta veces que al fin cede y se dan a la fuga con ella.

Otro caso  muestra a un grupo de ladrones que  llegó a las dos de la madrugada a la misma estación con el mismo propósito,  pero esta vez, el guardia estaba adentro de la caseta. Con un combo uno de ellos golpea  reiteradamente el vidrio blindado , pero no lo rompe.

Luego con un fierro tratan de forzar la puerta pero tampoco lo consiguen. Nuevamente intentan con el combo pero la resistencia del vidrio es máxima . Ahora con un diablo comienzan a sacar el vidrio molido y a patadas tratan de abrir la puerta.

Tras dos minutos,  el líder del grupo pierde la paciencia y da más de quince golpes al vidrio y a la  puerta .  No deja de llamar la atención su resistencia física. Incluso son más de cien golpes que da y a veces hasta habla por teléfono. El bombero sigue en su interior y es amenazado de muerte . El delincuente del combo parece estar fuera de sí.

De  pronto con un fierro logra traspasar el vidrio pero no puede abrir la  puerta. El bombero está en pánico y no tenía comunicación. La banda pierde la paciencia . Aquí las cámaras registran un delito nunca antes visto. Con la camioneta en la que se movilizan chocan la caseta hasta que está queda en forma horizontal en el piso.

Increíblemente el ladrón que usa el combo ataca la caseta  pero no lo logra y se va. Sin embargo,  de pronto vuelve y según la víctima estaba eufórico y ahí pensó que el vidrio no resistiría y que moriría. Finalmente  el asaltante  huyó con el resto del dinero.

Otro hombre que por su  seguridad pide resguardar su su identidad vivió la misma experiencia en otra caseta de autoservicio de la capital. Ahora está  con stres postraumático , y recordó lo duros momentos que  vivió en su caseta derribada con un todoterreno. Su casa ahora es su refugio y aún no vuelve a trabajar

En las estaciones de servicio ya son comunes los robos de cajeros. Sin embargo,  ahora las bandas buscan arrancar solo la tapa del dispensador para sustraer las gavetas . Si no lo logran los dejan abandonados.

Si se trata de robos a mano armada , las estaciones de servicio son un blanco fácil. Para Manuel Plaza, presidente de la federación de trabajadores del rubro  la solución es simple. Ahora las concesionarias están preocupadas solo de los volúmenes de venta pero han descuidado la seguridad de los trabajadores que no tienen lugares para resguardarse durante la noche .

Por ahora las policías están tratando de dar con estas bandas que permanecen prófugas. Inéditas imágenes son ahora la principal pista para capturar  a este grupo que actúa con un método  nunca antes visto.