Golpes, quemaduras y otras agresiones físicas y psicológicas son parte de las torturas que denuncian haber recibido un grupo de gendarmes de parte de superiores. Algunos de los abusos fueron registrados en un video grabado durante un curso de especialización antimotín en 2016.
De los 18 funcionarios, 13 llegaron hasta el final del curso soportando malos tratos, violencia física y torturas que transformaron la capacitación profesional en un verdadero infierno.
En dicho curso se fijaba una piocha de metal en el torso desnudo de los alumnos por medio de cinco golpes en esta zona. Los funcionarios eran sometidos a otras torturas como que un aspirante fuera obligado a beber whisky con agua ardiente sin detenerse.
Videos revelan torturas en instrucción a gendarmes de Rancagua
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En los registros se ve como personal de un curso especializado de antimotines intenta pegar broches de metal en el pecho de las víctimas, ceremonia denominada "la última noche". Además, otros videos muestran cómo los alumnos se levantan en pleno invierno a las 03.00 horas para ingresar a una piscina.
Un integrante del curso de especialización relata que el personal debía ingresar a una piscina con agua fría en pleno invierno. También, se registran casos con quemaduras graves o fracturas.
También contó en exclusiva a 24 Horas lo que fueron cuatro meses de tortura: "En la noche nos hacían ver en una sala Mickey Mouse, para que no durmiéramos, el que tenía ganas de dormir le pasaban una granada sin seguro y si tú te quedabas dormido te iba a explotar. Éramos 18 y nos tiraban un pan al suelo en el que los 18 teníamos que comer".
El denunciante, que ocultó su identidad por miedo a represalias, también fue parte de la última noche donde la jefatura reconoció a sus alumnos con golpes. "Nos desnudan y nos ponen una piocha, es la típica piocha que le usan los soldados americanos. Esa piocha tiene unas puntas que son como de un centímetro y medio, te la ponen en el pecho y te golpean con golpes de puño hasta que queden enterradas".
Asimismo, manifestó que este tipo de prácticas en la institución deben eliminarse sobre todo por el daño psicológico que provoca al personal. "No sabía si seguir, habían colegas que se retiraban del curso por estar con lesiones graves", dijo.
A dos años de denunciados los hechos no existen uniformados sancionados. En tanto, Gendarmería aclaró a través de un comunicado que ordenaron un sumario administrativo recientemente y que denunciaron las conductas a la PDI.
Sumado a ello, dirigentes de la institución exigen medidas urgentes en contra de los altos mandos que agredieron a los gendarmes.