El fallecimiento de una niña de 10 años que estaba bajo supervisión de un centro del Servicio Nacional de Menores (Sename), vuelve a generar polémica respecto a la institución.
Los antecedentes del caso remiten a febrero de este año, cuando la menor, identificada como Rechel Contreras, participó de un viaje a Pichidangui que organizó la residencia Alceste Piergiovanni de la comuna de Quinta de Tilcoco, lugar donde vivía por orden del Tribunal de Familia.
La pequeña residía en dicho centro colaborador del Sename porque la justicia había determinado que sus padres, residentes en Graneros, habían cometido negligencia en el tratamiento médico al que debía ser sometida la niña, a raíz de la enfermedad de lupus eritematoso sistémico que padecía.
Además, los tribunales establecieron que los progenitores de la menor tenían problemas de adicción a las drogas y el alcohol, razón por la que otros dos hermanos de la pequeña también se encontraban en la misma residencia del Sename a la que fue trasladada.
Según consigna The Clinic, al octavo día del viaje Rechel comenzó a presentar problemas de salud, los cuales provocaron que muriera descompensada en el Hospital de Coquimbo.
Los resultados que arrojó el examen toxicológico al que fue sometida la niña indicó que en las últimas 30 horas antes de su muerte, Rechel no había recibido los medicamentos recetados para su enfermedad.
Desde el Sename indicaron que sólo cuatros meses después del deceso de la pequeña se enteraron de que podría haber negligencias relacionadas con su muerte, por medio de antecedentes que fueron entregadas por ex trabajadoras de la residencia Alceste Piergiovanni.
Es por ello que pidieron autorización al Tribunal de Familia para intervenir el centro cuestionado por medio de una administración provisional del Sename.
Dejamos a su disposición comunicado sobre muerte de Rechel. pic.twitter.com/5kMq1FCmtE
— Sename Gobierno (@sename_gobierno) 30 de junio de 2016
Foto: Reproducción TVN