"Los argumentos fueron que aquí no había testigos, lo que no podía ser de otro modo si los mataron a los dos". Con estas palabras Jorge Luchsinger Mackay, hijo del matrimonio asesinado en Vilcún en enero de 2013, manifestó su frustración tras el fallo que absolvió a los 11 comuneros que fueron imputados en el caso.
En entrevista con El Austral de Temuco, Luchsinger Mackay manifestó sus discrepancias con la resolución de la Segunda Sala Tribunal Oral en Lo Penal de Temuco que consideró que no se podía demostrar el carácter terrorista del hecho y la participación de los imputados al no ser concluyentes las pruebas aportadas por la Fiscalía.
"Uno siente un poco de frustración porque hemos esperado casi cinco años para que la Fiscalía junto con la policía desarrollen sus investigaciones, y cuando uno cree que se ha llegado al final y que tendremos éxito en las acusaciones, salen todos libres y caminando", aseguró.
Respecto a los cuestionamientos de los jueces a las pruebas presentadas durante el juicio, Jorge Luchsinger manifestó que " lo que se llaman pruebas directas o sea ADN en el sitio del suceso, huellas dactilares, no hay, porque en el campo es difíciles que haya ese tipo de cosas".
"No hay filmaciones, son viviendas aisladas; no hay pruebas directas, aquí no hubo testigos, porque mataron a las personas. Entonces en lo que se basa la investigación es en pruebas indirectas, indiciarias, pero el tribunal consideró que no son suficientes", agregó.