Sorpresa causó el caso del chileno deportado tras cumplir una condena por robo en Alemania y que al viajar desde el avión que lo devolvía al país, fue acusado de sustraer el celular de otra pasajera. Tras ser detenido, argumentó que todo fue parte de un malentendido.
La denuncia señaló que Paolo Arenas Peñaloza robó un iPhone a una pasajera argentina. Según señaló su abogado, Andrés Vargas, todo fue un malentendido, ya que el teléfono móvil cayó a sus pertenencias.
"Cuando llega al momento del registro de Policía Internacional se da cuenta que ese teléfono no era de él y se lo señala a la PDI que, paralelamente, ya estaba recibiendo la denuncia de la sustracción".
Aunque fue formalizado por hurto simple, quedó en prisión preventiva por 35 días, ya que registraba antecedentes penales previos. El hombre de 44 años suma diez condenas, la última en Alemania, desde donde fue deportado.
Desde la PDI señalaron que fue condenado a dos años y medio, cumpliendo aproximadamente un año y ocho meses en Alemania al robar un vehículo que mantenía una caja fuerte en su interior.
En Chile ya tenía historia, el 2001 concretó un robo con intimidación a una farmacia, existiendo disparos. Dos de ellos impactaron a Arenas, situación que lo dejó dependiente de muletas para caminar.
Su historia delictual lo empezó a concretar en 1998 en Punta Arenas por hurto reiterado, luego el 2001 por robo con intimidación. A ello agregó conducción en estado de ebriedad. El 2008 sumó el delito de receptación y varias condenas por robo en lugar no habitado en 2014.