Chile tiene uno de los sistemas de educación superior más caros del mundo, hecho que generó un progresivo movimiento de protesta en estudiantes de planteles privados.
La queja, se origina en las alzas en los aranceles ya anunciadas por algunas casas de estudio. Por ejemplo, ir a la universidad en nuestro país puede costar cinco veces más caro que en España u ocho veces más costoso que en Francia.
El caso de medicina es claro, cuyo valor podría -fácilmente- bordear los siete millones de pesos en total durante el 2015.
En la misma línea, expertos aseguran que no hay relación directa entre el valor de las carreras y la realidad que los egresados enfrentarían en el mundo laboral.
Los reclamos de los estudiantes, son avalados por un simple cálculo. La suma del arancel y la matrícula de un año de carrera podría, en algunos casos, ser suficientes para comprar un vehículo del año con un costo promedio de siete millones.
Por su parte, la sola matrícula podría ser cuatro veces el sueldo mínimo.
Foto: Agencia Uno.