Vive sola, postrada en una cama y no tiene familia. Es el drama de una vecina de Conchalí que tiene 75 años y que solo recibe ayuda de una mujer que se ha convertido en su esperanza de vida.
María Moraitis se encuentra en cama desde septiembre, luego de una cirugía a la columna a la que se sometió en el Hospital San José. La mujer no tiene ningún familiar vivo, y depende absolutamente de la buena voluntad de su vecina Margarita Martínez, a quien describe como "un ángel caído del cielo".
Por su parte, y pese a tener cuatro nietos a su cargo, Margarita divide al máximo su tiempo para estar pendiente de su vecina y amiga quien necesita pañales, comida y crema para las escaras, entre otras cosas.