Cinco de las catorce familias de refugiados sirios exigen a la ONU irse de Chile. Por esta razón, cerca de quince ciudadanos se manifestaron durante este viernes, debido a que una integrante del grupo habría sido atacada el fin de semana en la comuna de Macul.
Según relató la mujer que mantenía un embarazo de cinco meses, ella caminaba junto a un grupo de amigas cuando un sujeto -aparentemente con problemas mentales- comenzó a insultarla por llevar su hiyab (velo islámico), gritándole y luego abalanzándose sobre ella, provocando que cayese y se golpeara en el abdomen. Posterior a ello, se constató que su hijo ya no tenía signos vitales.
Debido al hecho, el Gobierno pidió a la Fiscalía investigar la denuncia, aunque no se puede establecer una relación entre la agresión y la interrupción del embarazo.
Nabil Shehawei, ciudadano sirio, expresó que están asustados y que piden ayuda para irse. "Estamos asustados por el futuro de nuestros hijos, tenemos miedo de lo que pase en el colegio, en los trabajos, queremos irnos a Canadá, Bélgica o Suiza", aseguró.
Pese a este reclamo, en el grupo que busca irse del país no se encuentra la mujer agredida, cuya identidad fue protegida.
Alfredo del Río, coordinador general del programa de reasentamiento para los refugiados sirios del Ministerio del Interior, lamentó la situación y sostuvo "que se está haciendo aprovechamiento de un hecho fortuito que lamentamos profundamente. Chile hizo un gesto de solidaridad (...) si ellos quieren irse, tienen todo el derecho, pero que no pidan que nosotros los trasladamos", dijo.
Cabe destacar que cada familia siria firmó un documento donde aceptaron las condiciones del viaje, donde queda especificado que el Estado no pagará los gatos en caso de querer irse. Por esta razón, no se descarta que hayan utilizado a Chile como país trampolín para llegar a Europa, ya que los beneficios sociales son mucho mayores.
La representante de la Agencia de Refugiados de la ONU, Delfina Lawson, sostuvo que los canales siempre han estado abiertos para dialogar. "Nosotros no vamos a dialogar en esas condiciones, y estamos seguros que si promovemos un programa de reasentamiento en Chile es porque Chile es seguro y que se pueden dar las condiciones para que ellos se puedan integrar acá", manifestó.
Versión de otros refugiados
Palib Abijan, refugiado sirio, señala que no siente inseguridad. "Es tal como se ve, toda la gente camina, yo no he tenido ningún problema".
Farhat Abdallah sostuvo que "en nombre de Dios pido disculpas por lo que está pasando, siento vergüenza, nosotros no somos así, no pensamos como ellos, este país nos abrió las puertas, nos ayudó mucho", aseguró.
Desde la Asociación de Beneficencia Siria señalaron que Chile es más seguro que Siria y el Líbano. "Ellos tienen ese juicio crítico porque vienen con problemas, estrés, necesitan apoyo psicológico, y lo están negando. La petición que ellos hacen, no sólo es exagerada, sino que irreal", aseguraron.