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Madre de niñas presta dramático testimonio en juicio por abusos

Yamilé Cabas, ex esposa del ex gerente del Banco Central acusado de violar a sus tres hijas, entregó un impactante testimonio en el tercer juicio por el caso.

Elkjaer Lobos

Viernes 23 de agosto de 2013

"Les pedí perdón a mis hijas por no darme cuenta antes".

Esas fueron las impactantes palabras que entregó ayer jueves Yamilé Cabas, la ex esposa de Enrique Orellana, el suspendido gerente de Politíca Monetaria del Banco Central y quien enfrenta por tercera vez un juicio oral luego que fuera imputado por violar a sus tres hijas.

"Enrique era el hombre perfecto; simulaba ser un buen padre. Éramos una pareja que la gente envidiaba", señaló Cabas.

La mujer que denunció al ex funcionario del Banco Central negó en su interrogatorio que haya obligado a mentir sobre las acusaciones a su padre.

Además, indicó que cuando Orellana se fue de la casa -a mediados de 2009- cambió y se "puso más agresivo".

Agregó que sus hijas comenzaron a llegar tristes a su casa luego de visitar a Orellana, en el marco del régimen de visitas.

"S. (su hija mayor) siempre llegaba en silencio", indicó.

Cabas siguió con su estremecedor relato y señaló que en un principio pensó que estos encuentros se concretaban en la casa de la madre de Orellana, pero al tiempo logró darse cuenta que el ex gerente se reunía con sus hijas en un departamento que tenía en Santiago centro.

En ese sentido, relató que tras un viaje que hicieron los cuatro a Punta de Tralca una de sus hijas comenzó a orinarse en la cama, un actuar que tienen los niños abusados.

Luego, a mediados de agosto, una de las pequeñas le comentó que era víctima de supuestos actos de connotación sexual que su padre ejercía con ella.

"S. decía que se quería morir (...) tenía una rabia, gritaba (...) La abracé  y le pedí perdón por no haberme dado cuenta (...) me fui al living, y empezó a cuadrarme todo; me pegué en la cabeza (...) cómo no pude darme cuenta", indicó Cabas.

Luego vinieron los exámenes de Servicio Médico Legal (SML),  la denuncia y la formalización de Orellana. Según la madre de las supuestas víctimas, su hija mayor le contó otro episodio.

"S. tenía su brazo enyesado (..) me contó que el papá  la enjabonaba cuando la duchaba en el baño y la manoseaba", señaló.

Agregó que su hijas tienen tendencia suicidas y le recriminan lo que les pasó.

"Mis hijas me han dicho: ¡Por qué no me defendiste! Y yo no tengo explicaciones, no tengo cómo explicarles que su papá que era perfecto le hizo esto tan brutal", indicó.

Los hechos se habrían cometido entre los años 2009 y 2010, y cuando las niñas tenían tres, cuatro y nueve años, respectivamente.

A fines de 2012, la Corte de Apelaciones ordenó un segundo juicio luego que en el primero resultara absuelto.

Meses después, en abril de 2013, fue condenado a tres penas de 20 años y un día de cárcel, pero la Corte Suprema anuló el juicio y ordenó un tercero.