Esposados y aún vistiendo sus uniformes, fueron pasados a control de detención los tres militares bolivianos sorprendidos en territorio chileno, en el paso fronterizo Colchane, en la región de Tarapacá.
Los bolivianos portaban fusiles de guerra de 7 milímetros, y no se descarta que hayan disparado sus armas dentro de nuestro país.
La fiscalía intentará procesar a los detenidos en calidad de civiles, pues argumentan que habrían actuado como una pandilla armada, lo que constituye un peligro para la sociedad.
En relación al caso, el Ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, aseguró que "ese es un tema que tiene que resolver la justicia y el Ministerio Público. Ha ocurrido en otras ocasiones una situación similar, pero hay que ver cada caso en particular. Puede que se suspenda condicionalmente el procedimiento y ellos deben abandonar el país inmediatamente"-
Y eso es justamente lo que el Ministerio Público intentará evitar, amparándose en un fallo de la Corte Suprema que el 2011 estableció que la condición de militares no tenía valor, en el caso de los uniformados bolivianos que ingresaron por el mismo paso a nuestro país hace dos años.
Así, si la Fiscalía logra convencer al magistrado y los detenidos no son expulsados de nuestro territorio, podrían ser formalizados por ingreso ilegal y por porte de armamento de guerra.
