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"Mocro war": La guerra de mafias donde participó "El Rico" que aterroriza por sus brutales crímenes

En la capital de Holanda se han concentrado desde 2012 los hechos de violencia entre bandas marroquíes que emularían las prácticas yihadistas del Estado Islámico, marco en el que Richard Riquelme se volvió el "chileno más peligroso del mundo".

24Horas.cl TVN

Viernes 20 de octubre de 2017

Desde hace algunos años, los ciudadanos de Ámsterdam (Holanda) se conmocionan cada cierto tiempo con los delitos y crímenes vinculados a la "Mocro war", término con el que se conoce a la guerra entre bandas mafiosas organizadas de origen marroquí, enemigas entre sí, en la capital del país europeo.

A dicho ambiente estaba vinculado el recientemente detenido Richard Eduardo Riquelme Vega, más conocido como "El Rico", quien es sindicado como el chileno "más peligroso del mundo". En su historial delictual figuran detenciones en diversos países europeos por integrar bandas de tráfico de drogas y lavado de dinero, entre otros.

Uno de los últimos episodios que causó impacto en el Viejo Continente fue la aparición a comienzos de 2016 de una cabeza humana frente a una cafetería de una concurrida calle de la capital holandesa, simulando el modus operandi de los carteles de la droga en México.

 

Una fuente de la Policía holandesa informó en ese entonces que localizaron dentro de un vehículo en llamas el cadáver decapitado de Nabil Amzieb, un joven de 23 años de origen marroquí. El coche fue abandonado e incendiado por unos desconocidos en Mijehof, en el sudeste de la capital neerlandesa.

 

La fuerte explosión, de causas aún sin esclarecer, tuvo lugar a las dos de la tarde, a plena luz del día y el vehículo, que estaba sin la placa de la matrícula, había sido robado el pasado 18 de febrero en la ciudad de Utrecht.

Según las estimaciones, desde 2012 se ha librado una sangrienta batalla criminal que ha cobrado la vida de numerosos jóvenes en ataques violentos: disparos en plena calle, asesinatos, sobornos, armas, secuestros y drogas. Muchos quedan sin esclarecer ni identificar al culpable, protegido por el miedo de vecinos y conocidos, que optan por no denunciar.

“Se han tomado muchas molestias y riesgos para colocar la cabeza en una calle concurrida a las 7 de la mañana. Además, degollar a alguien no es la forma más fácil de matar. Querían que esto fuera un mensaje claro y deliberado", analizó en la oportunidad Marijn Schrijver, un investigador de la "Mocro Mafia", y coautor de un libro sobre sus crímenes.

Schrijver califica dicho asesinato como "muy impactante, jamás visto todavía en Ámsterdam", y recuerda que la ciudad ha visto crímenes horrendos como "el homicidio de una madre a disparos delante de sus hijos o a personas inocentes asesinadas a manos de sicarios por error, pero esto es un nuevo golpe, una nueva manera de actuar".

 

LA GUERRA "NO HA HECHO MÁS QUE EMPEZAR"

Por su parte, Wouter Laumans, también experto holandés sobre estos grupos, advierte de que la guerra "no ha hecho más que empezar" e incluso señala que estos grupos "trabajan mano a mano" con organizaciones en el extranjero, como en España o en Marruecos, "de donde procede mucha de la droga" por la que pelean.

Para él, el hecho de que este crimen esté "tan trabajado" significa que están decididos a luchar: "Sabemos quién eres, no tenemos miedo a nadie. Vamos a por tí y a por todos los que estén contigo", interpreta que es el mensaje en base al cual operan, y añade que estas ideas "las han obtenido de los carteles mexicanos" de la droga.

 

Tras años investigando sobre las mafias marroquíes en los suburbios holandesas, no duda en señalar que lo ocurrido con la decapitación es algo "impresionante" porque se sabía que estos criminales "se inspiraban en películas y series de televisión, pero esto es nuevo, sin duda".

En esta cuestión, Marcouch, oficial de la policía de Ámsterdam entre 1993 a 2003 y conocedor del mundo marroquí de los barrios más pobres de la ciudad, advierte de que la violencia de estos grupos "va cada vez a más" y no descarta una relación con el terrorismo yihadista como consecuencia de la violencia en los barrios donde son educados estos jóvenes.

"Está claro que obtienen estas ideas también de grupos como el Estado Islámico. Los jóvenes de estas mafias tienen entre 17 y 25 años y están desorientados y metidos en una espiral de violencia. No es fácil matar a una persona y menos de una manera tan cruel. Si esto sigue así, tendremos aquí un criadero de yihadistas".