"Era un sueño poder abrazarla".
Clara Guarda esperó 60 años para volver a tener a su hija entre sus brazos, después de una traumática experiencia ligada a la violencia intrafamiliar.
Luego que su mamá la obligara a casarse con un hombre mayor, Clara arrancó en el momento que comenzaron las amenazas de muerte por parte de su pareja.
Junto a sus hijos Rosamel y María, se fue a la casa de sus papás. Sin embargo, su marido llegó a buscarla y se llevó a los niños, sin que supiera más de ellos, hasta ahora.
Gracias al trabajo de Carabineros, la mujer de 80 años pudo encontrarlos y reunir sus familia.
Revisa detalles en la nota de 24 Horas Central.