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La cuenta regresiva para Navidad ya comenzó y con ello la carrera para conseguir los mejores juguetes. Pero ojo, hay que considerar varias aristas antes de comprar algo para tus hijos. Aquí algunos tips de seguridad y recomendaciones sicológicas.

Paz Fernandez

Martes 2 de diciembre de 2014

Cada vez falta menos para la llegada de la Navidad y el Viejito Pascuero se prepara intensamente con la ayuda de los padres que en esta época dan vuelta ciudades enteras buscando el mejor regalo para sus hijos y sobre todo para los más pequeños de la casa. Pero ¿cómo elegir el obsequio adecuado para los niños?, en esta nota te compartimos algunos importantes tips.

La sicóloga, jefa clínica y directora de Unidad de Vínculos Temprano de la Universidad Alberto Hurtado, Javiera Navarro, nos invita a llevar un poco más lejos la reflexión, asegurando que “cómo juega mi hijo y a qué jugamos nosotros juntos” es de mayor importancia que el objeto que se da, focalizándose en la “experiencia del juego”, que es lo  central  y potencia un desarrollo físico, motor y emocional.

 

“Pensaría que lo más importante, más que regalarles un juguete, es una forma de jugar”, sentencia Navarro, quien propone “el día 25 nos dediquemos a jugar con nuestros hijos y seguirlos en las cosas que nos proponen”, así como dejar fuera dos actitudes habituales: sentarse a mirarlos cómo se divierten o interactuar con ellos pero imponiendo nuestras reglas. 

 

La especialista también indica cuáles son las características óptimas en un regalo dependiendo de la edad del niño: así entre los 0 y los 3 meses las guaguas se sienten atraídas por objetos que ayuden a agudizar la vista, con contrastes y colores fuertes. Alrededor de los cinco meses los pequeños tienen más interés en el movimiento, por lo que servirían cosas como un móvil, sin embargo aclara que “un árbol que se mueva va a ser igual de fascinante”.

Luego, al año y medio los niños empiezan a experimentar con los juegos que recrean la vida cotidiana como por ejemplo cuidar a una muñeca, jugar a la cocinar, entre otras. “Es la primera identificación con otro”, y  además permiten desarrollar la empatía.

Los juguetes con libre final, como los cubos, legos y baldes son ideales para los dos años, mientras que a los tres y cuatro los juegos de roles con disfraces o artefactos de ciertas ocupaciones - médicos, bomberos, secretarias- tendrán un gran éxito.

Para los niños más grandes son buenos los juegos con reglas e instrucciones y también aparatos tecnológicos, puesto que están más cercanos a la estructura cotidiana de la sociedad.

Si el niño no recibe lo que desea, la psicóloga recomienda “no tener tanto miedo a la frustración de nuestros hijos, lo que debe hacer un padre es contener y enseñar”.  

 

Juguetes seguros

Hay varios factores a considerar cuando pensamos en la elección final de un regalo para menores de edad, pero sin duda que uno de los más importantes es la seguridad para evitar accidentes graves, como la ingesta de pequeñas piezas que causen ahogo, bolsas de plástico que puedan provocar accidentes por asfixia o manipulación de baterías en mal estado.

El profesor de la Escuela de Ingeniería Vespertina de la Universidad Diego Portales y experto en prevención de riesgos, Renato Canabes, indica que al escoger un juguete debemos en primer lugar considerar la edad del niño, revisar si el objeto cuenta con el registro del ISP y si en la etiqueta se indica el cumplimiento de las Normas de Seguridad de ASTM F963 que nos garantiza  un producto fabricado con estándares de seguridad, como también la Norma Chilena del Tolueno y  la Norma EN71 (evalúa los compuestos orgánicos y materiales).

Además los padres tienen que  leer detenidamente las instrucciones  del objeto, considerar su claridad y que estén escritas en nuestro idioma, preocuparse de que el juguete indique el rango de edad para el que es adecuado, que sea de textura suave e inastillable, no tenga puntas aguzadas, ni elementos tóxicos.

El experto también pone énfasis en que los juguetes tengas todos los datos del importador y/o fabricante.

Una vez que el juguete está dispuesto para su uso, es importante que los padres manipulen los envoltorios y le entreguen al niño sólo el artefacto que usará. Un cuidado especial surge con respecto a las pilas que deben estar en un compartimiento inaccesible para los pequeños y que sólo puedan ser extraídos por un adulto con herramientas apropiadas.

Fotos: Agencia Uno