"Yo no soy amigo de Fernando Karadima", así se defendió Juan Barros, el nuevo obispo de Osorno, ante las acusaciones que lo vincula como encubridor de los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima.
"No se me pasó por la mente que sucedían esas cosas. Nunca supe nada y no lo habría aceptado por ningún motivo", afirmó el nuevo obispo ante las preguntas de los periodista sobre si conocía los hechos por los que fue condenado Karadima.
Barros aseguró, además, que estaba alejado del ex párroco de El Bosque incluso antes de que la "Santa Sede decretó lo que decretó".
PROTESTAS DE LOS FELIGRESES
El nombramiento de Juan Barros Madrid como obispo de Osorno este sábado no ha estado exento de polémica. Centenares de feligreses se han manifestado a las puertas de la Catedral en contra de la decisión del Vaticano.
"El pueblo de Osorno no lo quiere como obispo", decían los ciudadanos. "No lo aceptamos. No a Barros".
El clérigo, sin embargo, ha puntualizado que ha recibido "muchos mensajes de personas que están contentas de acoger a quien el Santo Padre envía como obispo".