Alex Smith -creador del software "Antorcha" e imputado por obstrucción de investigación y falsificación de instrumento público en el marco de la Operación Huracán- reveló esta semana que las aplicaciones que desarrolló para Carabineros no solo se usaron en ese procedimiento, sino que también para al menos otros tres casos.
El hombre, cuyas credenciales como programador fueron desacreditadas por la Fiscalía, detalló a La Tercera cuál fue su presunto rol en la investigación de delitos como el envío de una bomba a la casa de Oscar Landerretche, la quema de iglesias en el sur de nuestro país y la indagatoria de tráfico de armas en la frontera con Argentina.
Smith dijo al periódico que en el caso Landerretche -que investigó el despacho de un artefacto explosivo a la casa del presidente del directorio de Codelco- se le encargó hacer un seguimiento de los integrantes del grupo "ecoterrorista" que se adjudicó el ataque, buscando publicaciones relacionadas al hecho en redes sociales para luego identificar la identidad de sus autores y su ubicación geográfica.
El imputado por Operación Huracán también describió su participación en la indagatoria del llamada "nuevo robo del siglo", luego de que un grupo de delincuentes sustrajera más de 15 millones de pesos desde una empresa de transporte de valores en la comuna de Independencia.
De acuerdo a Smith, le contrataron para identificar los teléfonos o tarjetas Sim que hubiesen estado presentes en el lugar del robo, tras lo cual se encontró ocho números teléfonicos que luego se analizó en búsqueda de más información.
Alex Smith describió a La Tercera cuál fue su rol en dos investigaciones que, al igual que la Operación Huracán, se centraron en el sur de nuestro país. Se trata de la indagatoria por atentados incendiarios contra iglesias y la del caso Andes, por presunto tráfico de armas en la frontera con Argentina.
Fue durante el primer procedimiento que surgió la idea de crear el software "Antorcha", relató luego de describir que su labor fue analizar fotografías y publicaciones en redes sociales para determinar vinculaciones con los atentados. En cuanto al caso Andes, relató que se "pincharon" teléfonos y también trabajó intentando determinar cuándo se haría una nueva entrega.