Este viernes tendrá lugar la audiencia de control de detención y formalización de Osvaldo Quiroz Zamora, padrastro del pequeño de cuatro años que fue encontrado muerto en su departamento de la Población Angelmó de San Bernardo, víctima de una agresión con un objeto contundente en su cabeza.
Cerca de las 19.30 horas de este jueves testigos vieron al sujeto bajo el efecto del alcohol y las drogas quemando las ropas de su hijastro. La madre del niño llegaba a esa hora al hogar y enloqueció al ver al menor fallecido. "Tratamos de ver qué era lo que sucedía, pero ella gritaba porque habían matado al niño, que era tan pequeñito, y no paraba de llorar. Su otro hijo vio todo lo que sucedió", contó una de las vecinas.
Sus vecinos entonces se percataron del cadáver del niño y quisieron linchar al individuo que se encerró en su vivienda. La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones concurrió al lugar, en la intersección de calle Colón y Balmaceda. El hombre disparó a los detectives que finalmente lograron aprehenderlo.
El fiscal Luis Pablo Cortés informó que “los peritos médicos están determinando la data de muerte, que habría sido ya hace varias horas, y el resto de los antecedentes de la agresión".
Ese “resto de antecedentes” se relaciona con una posible violación que habría sufrido el pequeño, al considerar que el sospechoso del crimen cuenta con antecedentes de violencia intrafamiliar y de abuso sexual.
Felipe López, el padre biológico del menor reconoció que desconocía esos datos del detenido y de su relación con el alcohol y las drogas. “Nunca sospeché nada, tampoco tenía contacto con ellos”, dijo, lamentando la muerte del pequeño y reconociendo que le habría gustado tomar revancha contra el presunto responsable.
“Lo quiero matar pero no quiero irme preso tampoco, que sea justicia divina y que se pudra en la cárcel el desgraciado maldito”, dijo entre lágrimas el afectado padre.
Fuente y foto: Agencia UNO.