Los padres de niños con cáncer, enfrentan la disyuntiva de trabajar para pagar los tratamientos de la enfermedad o renunciar a sus fuentes laborales para poder acompañar a sus hijos.
Estos padres luchan actualmente para obtener una licencia médica que les permita mantener sus trabajos, sin tener que renunciar. La agrupación "Sin licencia para cuidar", se encarga de prestarles la ayuda necesaria para que puedan cuidar a sus hijos y mantener sus fuentes laborales.
En Chile, al menos 600 familias tienen un hijo que padece de cáncer, los que deben invertir grandes cantidades de dinero en los tratamientos que duran años.
Hasta el primer año de vida de los menores, la licencia médica se hace extensiva a su madre, sin embargo al tratarse de enfermedades largas y dolorosas muchas veces necesitan nuevos permisos para ayudar a sus hijos.
El 70% de los niños en tratamiento culmina con resultados positivos. El cariño de los padres es fundamental en estos casos.