El presunto líder de la banda que según la Fiscalía extorsionaba a clientes de lujosos moteles del sector oriente de la capital, habló en exclusiva con 24 Horas. El Ministerio Público dice tener pruebas como interceptaciones telefónicas que acreditarían el singular delito.
El método era simple: la banda se estacionaba afuera de dos conocidos moteles y desde ahí grababan patentes y rostros de sus potenciales víctimas. Con esos datos conseguían nombres y certificados de matrimonio que posteriormente contrastaban en redes sociales. Si intuían una infidelidad, llamaban para extorsionar y cobrar $2 millones para ocultar el engaño.
Ramiro Pérez, a quien intentaron extorsionar y quien se desempeña como administrador del Motel Internacional, precisó que la banda trató de concretar su maniobra al verlo entrar y salir del lugar, sin que ellos supieran que era su lugar de trabajo. "Mencionaron el nombre de mi señora, mis hijos, me asusté (...) fueron más de 30 llamados, 14 correos electrónicos, fotos de que iba entrando y saliendo".
El hombre junto con realizar una denuncia a la policía por extorsión, siguió el juego del grupo, afirmando que estaba dispuesto a pagar el millonario monto. La investigación del Ministerio Público estableció que quien se hacía llamar Daniel, era Gonzalo Moya, encargado de hacer las grabaciones afuera de los moteles.
En esta trampa, según la Fiscalía, cayeron otras doce personas quienes pagaron montos cercanos a los $2 millones cada uno, todos profesionales o altos ejecutivos, incluso un ex conductor de televisión, nombres que se mantienen bajo reserva. La organización ya fue detenida y formalizada por los delitos de amenazas condicionales reiteradas y asociación ilícita.
Por su parte, Rodrigo Flores, sindicado como líder de la organización y quien cumple arresto domiciliario nocturno, acusó una investigación poco prolija y que la Fiscalía se equivocó de persona. "Son hechos que vienen de 2014, están equivocados de persona, la persona que está involucrada en esa fecha no trabajaba con nosotros", dijo.
Además, precisó que todo esta situación se hizo a sus espaldas y que su equipo aprovechó el prestigio de su empresa de seguridad, la que actualmente no existe. "La acusación que hacen ellos (los otros integrantes de la banda) que me quieren involucrar en un caso en el cual no somos nosotros, están equivocados de persona, hemos aportado y colaborado en la investigación desde un principio, y no se nos ha escuchado"., aseguró.
Los cuatro integrantes de la banda formalizados por este caso tendrán su juicio oral el próximo 8 de mayo, instancia en que el Ministerio Público buscará condenas entre los 10 y 14 años contra los líderes de la organización.