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Ojo con la calefacción

Escoger un buen lugar, su mantención y correcto apagado son claves para abrigarse con precaución.

Javiera Salinas

Viernes 1 de junio de 2012

Ya sean a gas, parafina o electricidad, el sistema de calefacción siempre se puede convertir en un riesgo. Intoxicaciones e incendios son algunos de los problemas que han generado estufas, sobretodo entre otoño e invierno, cuando se convierten en las reinas del hogar para combatir el frío.

Su correcta ubicación, mantención y apagado adecuado son algunas de las claves entregadas por la Mutual de Seguridad para evitar accidentes.

En el caso de las estufas eléctricas la recomendación es contar con un aparato que posea termostato para que se apague automáticamente cuando se logra un ambiente cálido, además de evitar el uso de zapatillas y que los enchufes de la casa estén en buenas condiciones y no sobrecargados. Además, se deben evitar los lugares húmedos.

Sobre la calefacción en base a gas lo principal es que las conexiones sean revisadas. Para saber si la mantención está bien hecha el color de la llama debería ser azul con toques amarillentos, sin chispas.

La Mutual de Seguridad señaló también que siempre se debe recordar que el encendido y apagado de las estufas a parafina debe realizarse al aire libre. Lo adecuado es mantenerla al menos 15 minutos fuera del hogar al prenderle y un par de horas al terminar de usarla. Y no es recomendable que funcione por más de dos horas para evitar la concentración de monóxido de carbono.

Independiente del tipo de calefacción las recomendaciones finales indican que ésta debe ser apagada antes de dormir, mantenerse alejada de lugares combustibles y ser usadas sólo con el fin de abrigarse, ya que tenerla para secar ropa o calentar comida sólo aumenta los riesgos de provocar un accidente.