La noche del lunes 3 de junio un grupo de estudiantes irrumpió en las dependencias de la Casa Central de la Universidad de Chile, declarando así una toma oficial.
Ante esto, el rector de la institución, Víctor Pérez, asegura comprender las demandas de los estudiantes pero no acepta dicho acto de protesta.
"Rechazamos esa medida porque interrumpe la labora académica, violenta los derechos y la convivencia de la comunidad", expresó a la directiva de la FECh a la mañana siguiente.
Aún así, la autoridad académica estimó que responder a la toma con un desalojo "sería entrar en una espiral de violencia sin fin", agregando que la idea no sería poner "guardias armados y cercos eléctricos" para evitarlas.
"Ellos sienten que sus demandas por avanzar hacia un modelo de educación que garantice calidad y acceso justo (...) son respondidas de manera insatisfactoria, parcial y distorsionada", señaló Víctor Pérez en entrevista con el vespertino La Segunda.
A su juicio, lo que mueve a los estudiantes actualmente es que "no se sienten ni escuchados ni considerados por quienes tienen la responsabilidad política de hacerlo". Sin embargo, sopesó que actos como la toma, denotan "esa rabia que no permite canalizar avances ni propuestas".