Pudo haber sido las corrientes, el fuerte viento o el temporal . Todas razones que provocaron que una tortuga marina fuese arrastrada hasta los roqueríos de la Isla Rocuant de Talcahuano. Manuel Gaete recolectaba mariscos, como lo hace cada día siguiente al de un temporal, cuando vio en la playa un ejemplar de tortuga olivácea, un tipo de animal marino oriundo del área de las Islas Galápagos. Al principio creyó que estaba muerta, pero al tocarla, el animal reaccionó escondiendo el cuello. No supo qué hacer con ella, así que la subió a su triciclo y la llevó a casa, donde llamó a Sernapesca.
De inmediato personal del Servicio Nacional de Pesca y de la carrera de Veterinaria de la U. San Sebastián llegaron hasta el sector donde se encontraba aún con signos vitales y lo trasladaron a un centro para su rehabilitación.