La presencia del sacerdote Julio Dutilh en el Colegio Seminario Pontificio Menor provocó la molestia de padres y apoderados. El religioso que en 2015 fue amonestado por abusos sexuales en contra de una menor, estaba viviendo sin restricciónes en una casa ubicada al interior del establecimiento.
El sacerdote en 1989, en su función como guía espiritual, aprovechó ese rol y en plena confesión, manoseó a la entonces adolescente de 16 años, Angélica Barros, quien detalló que "acerca mi mano, la pone en mi pecho izquierdo, la posa ahí y la mantuvo ahí, quizás fueron segundos, pero para mí una eternidad".
Tras confesar su verdad después de 26 años, el religioso recibió mínimas sanciones y pequeñas amonestaciones sólo eclesiásticas, ya que el delito estaba prescrito.
El cura habitó desde fines de marzo una casa al interior del Colegio Seminario Pontificio Menor, en Las Condes. Junto con el Arzobispado de Santiago se tomó esta determinación que causó la molestia entre los apoderados del establecimiento. Ante esto, el rector del recinto, Matías Ríos, se comprometió a través de una carta dirigida a los padres a iniciar las gestiones para que el sacerdote sea reubicado.
El vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago, Andrés Moro, sostuvo que "el padre dejó la casa esta mañana y se fue a casa de unos amigos mientras se va viendo junto con el padre Pedro Ríos dónde puede vivir para construir la nueva parroquia San Alberto Hurtado".
Además, sostuvo que "mientras esté bien de salud como físicamente y mentalmente está, puede acompañar, celebrar la eucaristía y ser parte de una vida fraterna. Él no tiene ninguna prohibición de contacto ni con menores ni adultos".
Con esto, Dutilh, de 82 años, se convertirá en los próximos meses en sacerdote acompañante de la Parroquia de San Carlos de Apoquindo.