Un grupo de niños con discapacidad llegaron hasta Punta de Choros para disfrutar de un día de playa y contribuir a su constante proceso de rehabilitación.
Una lancha los llevó mar adentro junto a sus padres y tutores, y los niños pudieron conocer de cerca pingüinos, lobos marinos y los esperados delfines, los cuales aparecieron luego de una hora de recorrido.
Emoción y alegría fueron los sentimientos que invadieron a los asistentes, muchos de ellos sorprendidos por estar cerca de un lugar desconocido para ellos, el mar.
La experiencia contribuye a favorecer los cambios psicoemocionales de los niños e incrementar los resultados de las terapias aplicadas en "Zooterapia Imagina", en Santiago.