La bomba que estalló a las 14:00 horas de este lunes, y que ha dejado diez heridos confirmados por el momento, sorprendió a los numerosos ciudadanos que viajaban en metro y a los trabajadores de los locales que se ubican en el Sub Centro de Escuela Militar.
Este el caso de Silvana Bobadilla, empleada de uno de los comercios, quien describía el lugar del atentado como "un campo de batalla terrible; vi a la señora de la limpieza que conozco tirada".
El estallido "provocó daños en al menos tres locales; la mayoría eran vidrios", asegura la testigo, quien confirma que la reacción fue "muy rápida". "Primero llegaron los guardias y después los carabineros y la ambulancia".
Silvana Bobadilla, que no resultó afectada a pesar de encontrarse en el lugar, comenta la solidaridad de "mucha gente ajena que se quedó a ayudar", aunque otros tantos escaparon alarmados.
Otra empleada de uno de los locales que sí se vieron afectados, Joanna Magneti de 32 años, contó a la agencia Reuters que "estaba almorzando, sentí el estruendo y salimos a ver y vimosmucho humo, gente corriendo y gritando, un joven muy malherido, una señoracon su mano herida".
El humo es recurrente en las declaraciones de los testigos. Una turista argentina escuchó "un ruido muy fuerte y le pregunté al señor que me estaba ayudando con el mapa si eso era normal y me dijo que no; después ya escuchamos las sirenas". A las dos de la tarde "cuando yo estaba almorzando", cuenta otro de los testigos, todo estaba tranquilo y "había mucha gente, eso sí", pero después se desató el humo y el caos.