Desde el ministerio de Salud se refirieron a la investigación abierta para determinar el eventual daño que provocarían los edulcorantes en su consumo excesivo en productos donde reemplazó a la azúcar, luego de la entrada en vigencia de la Ley de Etiquetado.
Lorena Rodríguez, jefa del departamento de nutrición de la cartera, sostuvo en primera instancia que el producto se encuentra regulado y que "no hay suficiente información para pensar que son dañinos".
"No obstante, en términos de obesidad comenzó a surgir esta nueva evidencia de carácter provisoria, ya que, al no cambiar el dulzor, sino que se reemplaza un producto por otro, no se reducen calorías y aumentan los niveles de grasa. Pero, repito que no hay suficiente evidencia", sostuvo.
Consultado acerca de que no son aconsejados para embarazadas y menores de dos años, expresó que "este tipo de productos traspasan la placenta y la lactancia materna, por lo que estas medidas preventivas están bien".
CONFLICTO CON EL DULZOR
Ante esto, manifestó que el Minsal se encuentra en fase de observación y que el problema de las adicciones tienen relación el dulzor en sí.
"En el caso de los estudios promisorios antes mencionados, lo que dicen es que con el consumo de estos edulcorantes igualmente se abre el apetito por más alimento. Otros demuestran que podrían aumentar el consumo de calorías totales", expuso.
Respecto al consumo de endulzantes y pastillas, explicó que la situación ideal es retrasarlo en lo posible y que "no hay una dosis especial recomendada".
"El llamado es consumir alimentos frescos con su sabor natural, retrasar en los más posible el consumo de estos productos y no exagerar en el dulzor. Todo tiene que ver con una cosa de hábitos más de que de daño, porque los estudios disponibles no determinan daños en los niveles permitidos", dijo.