Esta mañana fue nuevamente formalizado ante la justicia Javier Concha, el joven de 18 años que en mayo pasado le cercenó con un sable la mano a su vecina Jacqueline Obreque Hormazabal, tras mantener ambos una discusión.
Pese a que la víctima fue sometida a una cirugía para reimplantarle la extremidad, finalmente ello no fue posible y perdió su mano de manera definitiva. La audiencia de este martes fue solicitada por el Ministerio Público, instancia en la cual se solicitó la prisión preventiva para el agresor debido a las "lesiones graves gravísimas" que ocasionó.
No obstante, el Juzgado de Garantía desechó la opción. De esta manera, Concha quedó con arresto domiciliario total a la espera del juicio en su contra.
Tras la audiencia, la madre de la víctima, Jacqueline Hormazabal, pidió que el responsable pague su delito con cárcel. "Jacqueline perdió su mano, y hay que hacer justicia por eso. Ella quedó marcada para el resto de su vida. Esto es un delito, y los delitos se pagan con cárcel".