Chile destina apenas poco más de la mitad del presupuesto mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud para tratar las enfermedades mentales.
Mientras, patologías como la esquizofrenia siguen creciendo y afectan a casi el 2 % de la población.
No sólo ellos, sino que sus familias y vecinos también, pagan los costos.
Es el caso de Carolina. En Pudahuel, quemó su casa y puso en peligro la vida de sus más cercanos.
Mientras la justicia pericia su estado de su salud mental, sus vecinos se unen para gestionar su internación definitiva. "Ella puede matar a alguien", afirman.
En otro caso, Carmen Quijada vivía con su hija esquizofrénica. "Una vez me botó, me pateó el estómago... Tuve que andar en el médico, los vecinos tuvieron que llevarme a la posta...", sostiene.
Por eso, decidió internarla. Sin embargo, diez meses después, la visitó y vio sus hematomas.
"Yo no me pude mover porque de verla, era una cosa espantosa", se lamenta.
En Rancagua, José Pizzani es un conocido esquizofrénico. Su padrastro, Manuel afirma que debieron abandonarlo por temor.
"Creo que se desnudaba... Pensaba que iba a actuar en la casa", afirma.
"Entendemos lo que significa para las personas del barrio una persona que, de un momento a otro, puede pasar de un estado de plena normalidad a un estado de mucha violencia y de reacciones incontroladas", manifiesta, por su parte, el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto.
En Chile, más del 1% de la población sufre de un trastornos.
Según el Instituto de Neuropsiquiatría, el número de hombres es mayor al de mujeres que sufren esquizofrenia y el mayor número de estos casos se produce en sectores marginales.
"Especialmente en los guetos que existen en Santiago y en otras zonas del país, es ahí donde necesitamos que el Ministerio de Salud desarrolle una red de psiquiatría y salud mental que permita que haya psiquiatras y especialistas en neuropsiquiatría en todos los consultorios de atención secundaria en todas las comunas de Chile", afirma Rodrigo Paz, psiquiatra del Hospital El Peral.
Al menos, un 30% de las personas que viven en la calle padecen esquizofrenia.
En estos casos o en del que están abandonados o viven solos de puede acudir al Proceso de Internación no Voluntaria o Administrativa, regulada por ley.
"Cualquier persona puede solicitar a la Seremi de Salud a hacer que esa persona acuda a un centro de salud especializado", sostiene Alfredo Pemjean, jefe del departamento de salud mental del Minsal.
Por eso, "debiéramos aspirar a un 5% del presupuesto total de salud", explica.
La Crónica es de Florencia Vial y Marta Escalona.