El balneario de Maitencillo reúne a veraneantes de distintas generaciones, tanto chilenos como argentinos.
Su atractivo no son solamente sus ocho playas, sino que también prima la nostalgia y la necesidad de revivir las antiguas tradiciones.
Por lo menos así lo recuerda Sergio Sanguinetti, quién vive hace más de 60 años en el balneario y es propietario del antiguo cine y teatro Ambassador creado en 1967, que en la actualidad se encuentra en reparación para reabrir nuevamente sus puertas al público.
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Maitencillo mucho más que un balneario
Maitencillo mucho más que un balneario
Una de sus tradiciones más antiguas es el cine y teatro Ambassador creado en 1967, que se prepara para reabrir sus puertas.