El Oscar ganado por "Historia de un Oso" marcó un hito para una industria de la animación chilena que se encuentran en desarrollo.
El rubro comenzó hace más de 90 años: en 1920 apareció el primer experimento y en 1942 el primer largometraje.
Pese a la existencia de ayuda como el Fondart, los animadores locales reconocen que el aporte es insuficiente para dar un salto mayor.
La clave está en el aporte privado, pero se trata del recurso más complicado de conseguir, por lo que muchos talentos optan por trabajar en el extranjero.
Conoce más del mercado de la animación chilena en el Reportaje 24.