Están a 30 minutos de Santiago, pero sienten que están en su "patio trasero". Los habitantes de Rungue, en la comuna de Til-Til, denuncian escasez de agua y malos olores producto de las empresas que rodean su comunidad.
El domingo 17 de agosto, día en que se realizaba la "Operación Retorno" de vehículos a la capital producto del fin de semana largo, una protesta de los habitantes de Rungue causó congestión en la carretera.
Las personas de dicha localidad viven día a día con olor a excremento y escasez de agua producto de la gran cantidad de industrias ubicadas alrededor de la zona. Vertederos, una planta de tratamiento de aguas, una de rellenos sanitarios y una faenadora porcina son los vecinos.
La causa es un plan regulador permisivo, el que incluso permite el asentamiento en el futuro de otra empresa. Esta vez, dedicada al reciclaje y tratamiento de residuos industriales peligrosos.
Nelson Orellana, alcalde de Til Til, acepta que existe un problema: "Una cosa es cumplir con la normativa en el papel, y otra cosa es lo que uno vive día a día", dice.
Los malos olores llegan cuando el viento cambia de dirección y se pueden sentir cuando uno atraviesa la carretera en las cercanías de Rungue. Además, los habitantes viven con la constante presencia de moscas.
"A la hora de once y cuando vas a almorzar, cuando hace frío. Así se presentan todas adentro", dice Luis Duarte, vecino del lugar.
Los pobladores de Rungue exigen una investigación médica para saber qué efectos tiene la contaminación de la zona en sus familias, ya que sospechan que los constantes sangrados de nariz en niños -por ejemplo- están relacionados con ella.
Para informarte a través de la nota completa, hecha por Ivonne Pino e Ignacio Uribe, puedes ver el video.