¿Puede un plato de pescado y mariscos bañado en abundante limón y sazonado con algo de ají diabólicamente picante, convertirse en el signo de identidad de un país y de su pueblo?
La verdad es que sí. Y el logro corresponde a Perú, un país que pudo salir adelante política y económicamente adelante gracias a su gastronomía.
Hace 30 años, prácticamente no habían restaurantes peruanos en Latinoamérica. Ahora la cocina peruana prolifera en Chile y en otros países americanos y empieza a ser conocida en el mundo entero.
La gastronomía peruano no sólo es buena, también es competitiva y se ha transformado en un elemento fundamental para difundir los valores del vecino país.