Veintiséis policías van a juicio este lunes en Brasil acusados de participar en una de las mayores masacres carcelarias de la historia del país.
Ciento once presos murieron en la cárcel de Carandirú durante una operación policial el 2 de octubre de 1992 para acabar con un enfrentamiento entre grupos rivales.
Fiscales aseguran que la mayoría de los reos recibieron disparos a quemarropa dentro de sus celdas.
Ningún policía murió en la operación.
Más de 20 años después de la "masacre de Carandirú", apenas una persona, el comandante de la policía militar de aquel entonces, Ubiratán Guimaraes, se ha enfrentado a juicio.
Su condena fue revocada tras su fallecimiento, luego de que fuera encontrado muerto en su apartamento en Sao Paulo.