Los investigadores dicen que su trabajo tiene serias implicaciones en el mundo de la cocina.
Un grupo de investigadores británicos cree haber demostrado que los cangrejos y probablemente otros crustáceos pueden sentir dolor.
Científicos de la Queen's University en Belfast dieron a los cangrejos la opción entre dos refugios oscuros en su tanque y encontraron que rápidamente aprenden a evadir aquel en el que recibían una pequeña descarga eléctrica.
Los investigadores dicen que su trabajo tiene serias implicaciones en el mundo culinario, donde a los cangrejos con frecuencia les arrancan las tenazas con vida o los lanzan –de nuevo, con vida– en agua hirviendo para cocinarlos.