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"Culo de acero" y "arrogante", las críticas de Bush padre a los miembros del gobierno de su hijo George W. Bush

El expresidente George Bush cuestiona la línea dura asumida por EE.UU. en el mandato de su hijo, George W. Bush, a quien cuestiona por dar demasiado poder al vicepresidente Cheney y al exsecretario de Defensa Rumsfeld.

24horas Administrator

Viernes 6 de noviembre de 2015

Los trapos sucios no se lavan más en casa. "Culo de acero", "arrogante" y "fanfarrón" son algunos de los adjetivos con los que el expresidente número 41 de Estados Unidos, George Bush, critica a los principales colaboradores del gobierno de su hijo, el expresidente número 43, George W. Bush.

Bush padre, quien tiene 91 años, finalmente decidió hacer públicas sus críticas a la gestión de su hijo en una biografía que será publicada la semana próxima.

Bajo el título de "Destiny and Power: The American Odyssey of George Herbert Walker Bush" ("Destino y poder: la odisea americana de George Herbert Walker Bush"), el texto fue elaborado a partir de audio diarios que el presidente grabó durante su presidencia y entrevistas que le hizo el autor.

En el texto, que ha sido parcialmente reseñado por The New York Times, hace fuertes cuestionamientos a la radicalización del gobierno de George W. Bush.

"Me preocupa parte de la retórica que se usaba, alguna suya y otra más bien de sus colaboradores", comentó Bush a su biógrafo Jon Meacham.

"Con un discurso fuerte es bastante fácil llegar a los titulares, pero eso no necesariamente ayuda a resolver los problemas diplomáticos", apuntó.

El error del eje del mal

El expresidente criticó específicamente el discurso del Estado de la Nación que su hijo pronunció ante el Congreso en 2002, en el que hablaba de un "eje del mal" conformado por Irak, Irán y Corea del Norte.

"El "eje del mal" y ese tipo de cosas son cuestiones que creo que históricamente se podría probar que no fueron nada beneficiosas", dijo.

El imperio de Dick Cheney

Una de las críticas más fuertes de Bush hacia el gobierno de su hijo se centra en el papel que jugó el entonces vicepresidente Dick Cheney (2000 - 2008), a quien cuestiona por haber construido "su propio imperio" y por haber impulsado políticas de línea dura dentro de la Casa Blanca.

"El gran error fue dejar a Cheney crear una especie de ministerio de Exteriores propio. Creo que en eso él se pasó. Pero no fue culpa de Cheney. Fue culpa del presidente", apuntó Bush, en referencia a que la responsabilidad final recaía sobre su hijo.

El exmandatario le dijo a su biógrafo que Cheney era un "buen hombre" que fue demasiado lejos.

"Se convirtió en alguien muy distinto del Dick Cheney que conocí y con el que trabajé", señaló y atribuyó ese cambio a los ataques del 11S.

"Se convirtió en un culo de acero", dijo y aseguró que parecía querer resolver todos los problemas con el uso de la fuerza.

El "arrogante" Rumsfeld

El exsecretario de Defensa Donald Rumsfeld se llevó la peor parte de las críticas de Bush padre, quien lo acusó de ser "arrogante" y "fanfarrón".

"Creo que le prestó un mal servicio al presidente. No me gusta lo que hizo y creo que dañó al presidente con su postura de culo de hierro sobre todos los temas", afirmó.

Momentos de orgullo

Contrariamente a lo que muchas personas habían asumido, Bush padre no expresó críticas hacia la decisión de su hijo de iniciar la guerra en Irak.

"Sadam (Hussein) ya no está y con él se puso fin a mucha brutalidad, maldad y horror", dijo el exmandatario al asegurar que el derrocamiento y captura del hombre fuerte de Irak eran "momentos de orgullo" en la historia de Estados Unidos.