Un asesino convicto en el estado de Ohio, en Estados Unidos, fue ejecutado con una nueva y controvertida combinación de drogas y tardó 15 minutos en morir.
Los abogados del convicto, Dennis McGuire, aseguraron que su muerte fue un castigo cruel e inusual.
El estado de Ohio introdujo el nuevo método de ejecución, sin haberlo probado, porque el fabricante de la droga que se usaba hasta entonces se negó a permitir su uso para la pena capital.
Dennis McGuire fue sentenciado a muerte por la violación y el asesinato de una mujer embarazado en 1989.