Redacción BBC Mundo
Después de pagar millones de dólares por su apartamento, a los propietarios de unidades en la Torre Millennium no les debe hacer ninguna gracia que se compare su edificio con la Torre Inclinada de Pisa.
Pero ocho años después de su construcción, el rascacielos residencial de lujo más alto del centro de San Francisco, California, se ha hundido algo más de 40 centímetros y se ha inclinado cinco centímetros hacia el noroeste.
¿Qué está pasando?
Viviendas de lujo
Ubicada en el número 301 de la calle Mission de San Francisco, la Torre Millennium tiene 58 plantas.
Construida en 2008 por el grupo Millennium Partners, los apartamentos del rascacielos están valorados entre US1,6 millones y US$10 millones.
En una visita a la página web de la empresa se puede apreciar el lujo de sus apartamentos, que contrasta con las recientes informaciones en las que geólogos y consultores independientes alertaron sobre el paulatino hundimiento del edificio.
El geólogo Gregg Deierlein se encargó de evaluar los diseños de algunos de los rascacielos más nuevos del centro de San Francisco.
Millenium Partners responsabiliza del problema al TPJA, el consorcio municipal encargado de construir un intercambiador de transporte al lado de la torre.
El organismo, por su parte, dice que el hundimiento es anterior a las obras del intercambiador y que se debe a que el edificio está construido sobre arena densa en lugar de un lecho de roca firme.
La batalla legal que se avecina promete ser larga y costosa.
Y no hay que olvidar el impacto que puede tener sobre el edificio cualquier temblor de tierra, en una zona bajo constante peligro de sufrir terremotos.
Dato inquietante
Los constructores predijeron que Millennium se hundiría 15 centímetros en toda su historia y ya van más de 40cm.
La Torre Millennium tiene 58 plantas y su construcción costó US$350 millones.
"Es un dato significativo… e inquietante", le dijo al diario The San Francisco Chronicle Greg Deierlein, director del centro de ingeniería sobre terremotos John A. Blume en la Universidad de Stanford.
No es que la torre esté en peligro de caer, pero un edificio que se mueve puede hacer que surjan grietas en las paredes, que los ascensores no funcionen bien y causar un abanico de molestias.
Para hacer una comparación, Deierlein apuntó que las Torres Gemelas Petronas de Malasia, que con 88 plantas fueron los edificios más altos del mundo entre 1998 y 2003, se han hundido menos de siete centímetros en 18 años.
Su inclinación, o "asentamiento diferenciado", ha sido de sólo un centímetro hasta ahora.
Cruce de acusaciones
El problema de Millennium se identificó por primera vez en 2010, cuando el consorcio que construye la vecina terminal para autobuses y trenes contrató los servicios de la consultora Arup para calcular el impacto que la excavación podía tener en la torre.
Los representantes de Millennium Partners y del consorcio TJPA se responsabilizan mutuamente de lo que sucede.
Según el informe inicial de Arup, para el momento en que empezó la excavación -dos años después de la construcción de la torre que costó US$350 millones- esta ya se había hundido 25 centímetros.
Desde entonces, "el edificio ha seguido asentándose verticalmente, hasta llegar a los 40cm de ahora", sostuvieron en un comunicado los representantes del TJPA.
Al mismo tiempo, informes geotécnicos mostraron que desde 2009 la estabilidad ha sido irregular, lo que ha producido la inclinación de cinco centímetros.
Del otro lado, P.J. Johnston, portavoz del grupo Millennium Partners, declaró que una revisión independiente de la estructura determinó en 2014 que el hundimiento "no afectaba de forma significativa el desempeño sísmico del edificio y no representaba un riesgo de seguridad".
El edificio, alegan, cumplió con todos los requisitos y obtuvo el visto bueno de la ciudad.
San Francisco pretende aliviar el sistema de transporte público con la construcción del intercambiador en el centro de la ciudad.
El TJPA, sin embargo, arguye que el destino del edificio se selló cuando los constructores decidieron colocar la estructura sobre una base que "sólo consistía en un bloque de cemento sostenido por pequeños pilotes que no llegaban al lecho de roca".
"Esa fundación es inadecuada para evitar el hundimiento de un edificio con el peso de la torre", sentenció el TJPA en un comunicado.
Para complicar las cosas, los críticos apuntan que el hecho de que la estructura de la Torre Millenium sea de cemento, en lugar de acero, la hace más pesada.
Millennium Partners disputa estos argumentos.
"El número 301 de la calle Mission, como prácticamente todos los otros grandes edificios de esa parte de la ciudad, tiene sus cimientos sobre capas de materiales geológicos de la formación Colma, tal como el número 350 de Mission, los hoteles Marriott, Meridian, St. Regis, Intercontinental, el SFMOMA, incluso 101 California … y decenas de otros", dice el grupo en un comunicado.
"La diferencia en el caso de nuestra torre radica en la cercanía al enorme trabajo subterráneo de construcción del TJPA: la Torre Millennium se hundió más de lo que originalmente se anticipó porque se vio afectad a por las obras", insiste la empresa, que cuenta con varios rascacielos en otras ciudades del país, como Boston o Nueva York.
Desde las plantas superiores de la Torre Millennium se puede disfrutar de las vistas del Golden State Bridge.
Su portavoz P.J. Johnston agregó que el cemento es preferible al acero por muchas razones, entre otras la insonorización.
BBC Mundo intentó sin éxito hablar directamente con los representantes de Millenium Partners y del consorcio TJPA.
¿Qué hacer?
Más allá de algunos avisos de aparición de grietas en el garaje subterráneo de la torre, todavía no ha habido quejas formales por parte de los residentes en el lujoso rascacielos.
Los expertos dicen que es difícil saber qué es lo que se puede hacer para arreglar el problema o enderezar la torre.
Se habló de bombear cemento bajo la base y perforar nuevos pilotes, pero ambos son proyectos caros y complicados.
Una afirmación que, después de la sucesión de noticias de esta semana, de seguro ofrece poco consuelo a quienes viven en el edificio.