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En fotos: Los rostros del aborto clandestino

“11 Semanas, 23 Horas, 59 Minutos” es una exposición sobre el tránsito de un grupo de hombres y mujeres por la interrupción de embarazo desde la clandestinidad.

24Horas.cl TVN

Sábado 17 de agosto de 2013

 "11 Semanas, 23 Horas, 59 Minutos" es una exposición sobre el tránsito de un grupo de hombres y mujeres por la interrupción de embarazo desde la clandestinidad.

Por qué el aborto inducido en el siglo XXI es tabú e ilegal en Argentina, se preguntan mediante imágenes las fotógrafas Guadalupe Gómez Verdi, de Argentina; Lisa Franz, de Alemania y Léa Meurice de Francia.

El trabajo se enmarca en la campaña "Mi cuerpo, mis derechos", de la organización no gubernamental Amnistía Internacional, que exige respetar la sexualidad de las personas.

Según datos del Ministerio de Salud argentino del 2007, en el país se practican entre 460 mil y 600 mil abortos anuales y aproximadamente 100 mujeres mueren al practicarlo en la clandestinidad y bajo condiciones precarias. No es punible cuando el aborto se practica por riesgo para la vida de la madre o el embarazo es fruto de la violación, pero la interrupción voluntaria del embarazo o aborto inducido está considerado como un delito contra la vida en el Código Penal.

La muestra incluye historias de vida como la de Sonia Sánchez, que estuvo 21 días presa por ejercer la prostitución y pasó por cinco abortos con pastillas. Algunos sectores criticaron la iniciativa de las fotógrafas, como la organización conservadora católica Hazte Oír, que denunció que la muestra “arremete contra los niños y niñas en el vientre materno”

La aguja de tejer es uno de los métodos abortivos caseros más peligrosos al que recurren las mujeres. Según le dijo a BBC Mundo la fotógrafa Guadalupe Gómez Verdi, el objetivo de la exposición es “poder mostrar que la mujer tiene poder para decidir siempre frente a cualquier contexto, y si necesita abortar y quiere abortar, lo va a hacer”.

Otra de las jóvenes que abortó a los 21 es Mara. En 2002, al límite de los tres meses de embarazo, se practicó la intervención quirúrgica en una clínica clandestina. El título de la muestra hace referencia a su historia, ya que el tiempo corría velozmente mientras ella intentaba obtener información de cómo y dónde abortar

Liliana es otra de las protagonistas. Se sometió a dos abortos en su vida, en 1980 y 1986, a los 17 y 24 años. Ambos procesos fueron realizados a través de intervenciones quirúrgicas. Hoy es madre de tres varones y elige remarcar que “tanto en la dictadura como en la democracia” debió practicarse los abortos en la clandestinidad.

Suele relacionarse el aborto con la imagen de la mujer, pero hay muchos hombres que acompañan a sus novias, hermanas o compañeras. Tal es el caso de Pedro, que apoyó a su pareja en todo momento. En este sentido, Gómez Verdi admitió ante BBC Mundo que "el rol del hombre pasa por estar presente".

Se trata de un tema delicado para América Latina. Mientras Chile todavía penaliza el aborto en todas sus formas, en México aún hay casos de mujeres encarceladas por practicarse uno. Al mismo tiempo, Uruguay decidió legalizarlo durante el 2012 y, según datos del Ministerio de Salud Pública, no se registran muertes o complicaciones desde entonces.

Lo que busca la muestra es ponerle rostro a las historias, que muchas veces transcurren en los baños. "Decir: ‘Sí, yo aborté, en tal condición, este año, con esta edad, con este método y estoy aquí para contarlo’ ", explica Gómez Verdi. Con entrada gratuita, la muestra podrá visitarse hasta el 8 de septiembre en el Palais de Glace, Posadas 1725, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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