Actualmente es una de las ciudades más modernas y tecnológicamente avanzadas de Estados Unidos.
Sin embargo, estuvo a punto de desaparecer en el siglo XIX.
Testigo del despertar de la música grunge , ciudad natal de la globalizada Starbucks y escenario de múltiples películas y series de televisión, Seattle (en el estado de Washington, noroeste de EE.UU.) tiene un pasado menos conocido .
Y un paisaje subterráneo que se ha convertido en una gran atracción turística.
Feroz incendio
El 6 de junio de 1889, Jon Back, un joven sueco aprendiz de carpintero que calentaba pegamento se descuidó y el calor hizo que esquirlas de madera del taller en el que se encontraba comenzaran a arder.
El fuego se propagó por el centro de Seattle, devoró calles pavimentadas con tablones de madera y destruyó los destartalados edificios de pobre construcción.
Las malas condiciones de una recién nacida Seattle, construida sobre marismas y lodazales, dificultaron las labores de extinción del incendio.
El sistema privado de agua, propiedad de tres destacados ciudadanos , no contaba con la presión suficiente para que las mangueras fueran eficaces.
Desesperados por encontrar otra fuente de agua, los bomberos recurrieron a las cercanas orillas de Puget Sound, pero las idas y venidas de la marea entorpecieron el trabajo de los equipos de emergencia.
Para cuando se extinguió el fuego, unas 25 cuadras del distrito central de negocios habían desaparecido.
Y con las llamas prácticamente desapareció la historia de la vieja ciudad quemada.