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Eucaliptos y pinos: los bosques artificiales que contribuyen a la expansión de los incendios en Chile

Desde hace más de una semana Chile lucha para extinguir los mayores incendios forestales de su historia. Te contamos que papel juegan estas especies en el avance de las llamas.

BBC Mundo

Domingo 29 de enero de 2017

Desde hace más de una semana, Chile lucha sin tregua para extinguir los incendios forestales que están causando estragos en gran parte de la zona centro y sur del país.

Las cifras son aterradoras: más de 300.000 hectáreas afectadas, 142 siniestros, unos 2.800 afectados, al menos 10 muertos y alrededor de 4.500 personas lidiando directamente con el fuego.

Chile está acostumbrado a los incendios forestales y ahora estamos precisamente en plena temporada de este tipo de siniestros.

Sin embargo, el territorio arrasado por las llamas hasta el momento es mayor que en cualquier otro año.

Las condiciones actuales -resumidas en la fórmula 30-30-30, que hace referencia a más de 30 grados Celsius de temperatura, vientos de más de 30 kilómetros por hora y condiciones de humedad bajo el 30%- son ideales para que el fuego se propague rápidamente.

 

Pero aunque las altas temperaturas, los fuertes vientos y una sequía de alrededor de ocho años hacen que resulte muy difícil controlar el avance de las llamas, hay otro factor que influye en su expansión: las plantaciones de eucaliptos y pinos que en muchas regiones han ido reemplazando a los bosques nativos.

Cabe aclarar que expertos coinciden en que estos bosques artificiales no son los principales responsables de la propagación del fuego sino una variable más en un panorama complejo.

"Por supuesto que los eucaliptos y pinos influyen, pero no se trata de detener el desarrollo del país para prevenir los incendios: hay otras formas de prepararse para esta situación", le dijo a BBC Mundo Michel de L'Herbe, experto en emergencias y consultor.

Especies pirófitas

¿Pero qué tienen estos dos árboles que contribuyen a la expansión del fuego?

 

"Hay especies (como el pino y el eucaliptos) que están adaptadas a la aparición frecuente de incendios y esto les permite sobrevivir en estos ambientes donde los incendios ocurren de manera periódica", le dice a BBC Mundo Adolfo Cordero, profesor de ecología forestal de la Universidad de Vigo, España.

"Son lo que llamamos plantas pirófitas, es decir, amantes del fuego".

"En el caso de las plantaciones a gran escala, de tipo industrial o intensivo, se plantan muchos árboles susceptibles a verse beneficiados por un incendio en un espacio reducido, o sea, un espacio enorme pero colmado de una planta altamente combustible", dice el experto.

"Cuando esto se combina con usos del fuego habituales -como por ejemplo para controlar la vegetación- y un clima que favorece (la expansión del fuego), la mezcla puede llegar a ser explosiva".

En resumen, "cuando hay grandes extensiones de especies pirófitas plantadas, la frecuencia de incendios suele incrementarse, y está comprobado que tanto los pinos como los eucaliptus arden con más facilidad".

Por otra parte, añade Cordero, "son plantas que, si hay un incendio, no mueren, se quema la parte aérea pero en unos meses vuelven a brotar".

"Lo mismo ocurre con las semillas: sobreviven. Y, en el caso del pino, las temperaturas elevadas hacen que la piña se abra y más semillas colonicen el lugar, con lo cual en las próximas generaciones dominarán el paisaje", añade.

Un círculo vicioso del que luego es difícil escapar.

Favorecen, pero no generan

Aunque en la mayoría de los casos los incendios son provocados por la actividad humana -ya sea por negligencia o voluntad- estas especies aumentan la virulencia del siniestro, dice Cordero.

 

Estudios hechos en diferentes zonas del mundo, donde se han introducido estas u otras especies pirófitas, muestran también que cuando se ha producido un incendio, las zonas más afectadas son las de las plantaciones y no las de bosque nativo o que no es pirofítico.

No obstante, y para no dar lugar a confusión, hay que aclarar que favorecer no significa iniciar: favorecen la combustión pero no la generan: "Estas plantan no entran en autocombustión", señala el experto.

Es decir, no arden por sí mismas.

Uso eficiente del agua

Otro de los problemas que acarrean los pinos y los eucaliptos es que producen sequedad en el suelo y en las napas de agua subterránea.

Al igual que los demás árboles, utilizan una gran cantidad de agua para producir madera.

"En promedio usan una cantidad bastante similar por metro cúbico de madera a las otras especies. Pero la diferencia está en que los pinos y eucaliptos crecen muy rápido, por lo tanto si los comparamos con una especie nativa, en un mismo intervalo de tiempo, la cantidad de agua que utilizan es mucho mayor", afirma Cordero.

Y, a mayor sequedad del suelo, mayor facilidad para que se extienda un incendio.

"Si la zona que se está quemando tiene una vegetación más húmeda, suele salvarse precisamente porque tiene más agua, está en lugares más umbríos y por tanto es menos susceptible de ser quemada", precisa el experto.

 

¿Por qué se plantan entonces si pueden representar una amenaza para las especies nativas, por su ventaja evolutiva frente al fuego?

La razón es económica: los beneficios económicos que brinda son altos.

Sin embargo, no es necesariamente una cuestión de plantar o no plantar.

"Se pueden por ejemplo plantar en extensiones no demasiado grandes, intercaladas por zonas de vegetación nativa", asegura Cordero.

Eso cumpliría una función de cortafuego, frenando el avance de las llamas.

"Mientras tengamos una enorme extensión con una sola planta, si se produce un incendio, será muy difícil pararlo".