Un grupo de exprisioneros políticos chilenos durante la dictadura de Augusto Pinochet inició una huelga de hambre en Santiago de Chile, en apoyo a compañeros que tomaron la misma decisión el pasado 13 de abril en otras ciudades del país.
Los 10 huelguistas también se tomaron el lunes las oficinas de la Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo (Codepu), confirmó la propia presidenta del organismo, Viviana Uribe, en un comunicado.
Según los huelguistas, se vieron forzados a esta acción para llamar la atención de las autoridades "por la nula respuesta de ellos ante las demandas planteadas" por los expresos de la dictadura.
Estos expresos piden ser indemnizados por ser "detenidos y torturados" durante el periodo del gobierno de Pinochet.
Los expresos denuncian las torturas sufridas durante el régimen militar de Pinochet.
También piden una mejora de las pensiones que reciben los expresos políticos, que consideran "muy bajas", y la revocación de su incompatibilidad con otras prestaciones.
Otro punto que exigen es la creación de "una instancia de calificación permanente de las víctimas de la dictadura". Aseguran que el Gobierno dejó fuera a unos 22.000 presos políticos de esta consideración.
Los huelguistas quieren que las autoridades chilenas abran un proceso de diálogo inmediatamente, pues las personas que se sumaron a esta acción superan los 70 años y "su salud puede verse afectada".
Se unen de esta manera a los decenas de expresos que se pusieron en huelga de hambre en la las ciudades de Rancagua, San Felipe, Osorno y Valparaíso.
"Vergonzoso nos parece que violadores a los derechos humanos, condenados y recluidos por sus delitos, en cárceles de lujo, sigan recibiendo pensiones que superan con creces las pensiones que reciben los ex presos políticos y las de gran mayoría de los pensionados de nuestro país", dijeron los huelguistas en un comunicado.