Un tribunal de Inglaterra encontró culpables a dos hombres de conspirar para matar y robarle a la cantante británica pop Joss Stone.
Kevin Liverpool y Junior Bradshaw planeaban decapitar a la cantante, ya que al parecer estaban enojados por sus vínculos con la familia real británica.
Liverpool fue encarcelado de por vida, mientras que Bradshaw será sentenciado en una fecha posterior. Ambos habían negado los cargos.
Cuando fueron detenidos cerca de la casa de Joss Stone en el suroeste de Inglaterra, la policía encontró una espada samurai, cuchillos, máscaras y guantes en su coche.
En un comunicado tras el veredicto, Stone expresó su alivio.