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La misteriosa desaparición del inventor de la ametralladora

William Cantelo, un ingeniero del siglo XIX de quien se dice inventó la primera versión de la ametralladora, salió de su casa un día y nunca se supo más de él.

24Horas.cl TVN

Domingo 25 de agosto de 2013

Steve Punt Escritor, especial para la BBC

A principios de 1880, los residentes de la calle Bargate de Southampton, Inglaterra, probablemente estaban hartos de uno de sus vecinos.

Desde el sótano que quedaba debajo del bar de William Cantelo se escuchaba el sonido de muchos disparos.

Cantelo, era ingeniero y estaba experimentando con un nuevo tipo de arma. Nadie sabía qué era, pero disparaba en rápida sucesión. Era obvio que no era el rifle promedio.

Un día, Cantelo le anunció a sus hijos -quienes también eran ingenieros- que había perfeccionado su nuevo invento: la ametralladora, un arma que usaba la energía del culatazo para cargar la siguiente bala. Disparaba continuamente hasta que se acabaran las municiones. Era revolucionaria.

La empacaron en maletas y Cantelo partió, presuntamente a venderla.

Fue la última vez que se supo de él.

El otro inventor

Saltemos a noviembre de 1916.

Millones de jóvenes europeos se mataban con ametralladoras en la Primera Guerra Mundial.

El invento había revolucionado el arte marcial: los avances de infantería de siglos pasados se habían vuelto inútiles pues sencillamente eran segados.

Como consecuencia, los ejércitos se replegaron a sus trincheras mientras los generales trataban de entender cómo diablos ganar esta nueva forma de guerra.

Entre tanto, el hombre que había hecho posible este cambio radical y mortal fue enterrado discretamente en un cementerio del sur de Londres. Murió con mucho dinero y habiendo sido honrado como Caballero del Reino Unido

Aunque el monumento en su lugar de reposo eterno es grande e impactante no tiene ninguna indicación de qué fue lo que inventó. Pero su nombre está escrito en sendas letras: Sir Hiram Maxim... no William Cantelo, el de nuestra historia.

A Maxim no sólo se le acredita como el inventor de rifle que dispara rápido y se alimenta de un cinturón de balas, si no que además le dieron su nombre: la ametralladora Maxim fue el arma preferida de finales del siglo XIX y principios del XX, ofreciendo una eficiencia industrial al asunto de matar gente.

Pero, ¿qué fue de William Cantelo?

El rastro

Lo que sabemos de esta historia tiene sus orígenes en una columna de un diario local de los años 30, cuando varios testigos aún estaban vivos.

El artículo está ilustrado con una fotografía de Maxim.

Cuando los hijos de Cantelo vieron la foto de Maxim en un diario, se asombraron: era idéntico a su desaparecido padre. Lo buscaron hasta encontrarlo en la estación de tren Waterloo, en Londres, y gritaron "¡Padre!". Según contaron, trataron de acercársele pero el tren arrancó.

Uno de los problemas fue que tanto Cantelo como Maxim tenían sendas barbas al estilo victoriano, que hacían difícil el reconocimiento de rostros: muchos hombres parecían como una mezcla de Charles Darwin y Santa Claus. Por ello, es probable que la fotografía que apareció en el diario fuera de Cantelo, no de Maxim.

Cantelo, en cualquier caso, parece haberse esfumado de la faz de la Tierra.

Su familia contrató a un detective privado para buscarlo, que supuestamente le siguió la pista hasta Estados Unidos, pero luego perdió el rastro.

Se sabe que hubo un retiro de mucho dinero de su cuenta de banco pero ese banco dejó de existir hace tiempo y no hay registro de a dónde se envió la plata ni dónde fue retirada.

Encuentros

Uno murió rico y con título nobiliario; del otro, no se supo más.

¿Se habrán conocido Cantelo y Maxim alguna vez? Hay evidencia que indica que sí.

La hija de otro ingeniero marino de Southampton llamado Philip Branon escribió una carta en ese entonces contando que Maxim había ido a Southampton a ver un propulsor que su padre había inventado. Su padre les había dicho a sus empleados que no se lo mostraran pues Maxim -dice ella- "tenía la reputación de ser un ladrón de ideas".

Esa maravillosa frase habla de una tendencia al plagio pero también es típica de cómo los inventores desconfían de sus colegas. Pero no deja de ser interesante pues demuestra que Maxim visitó Southampton y se reunió con los ingenieros locales.

Entonces, ¿qué pasó con William Cantelo? ¿Se dio cuenta de que Maxim le robó y tuvo un final trágico? ¿O se trató más bien de un melodrama victoriano? Quizás Cantelo se fue con una amante o algo similar y dejó a su familia tratando de justificar la repentina ausencia con una historia que ocultara la deshonra.

Un misterio digno de Sherlock Holmes.