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Lo que el descubrimiento de un dinosaurio "del tamaño de una oveja" nos dice de la formación de América del Norte

Nick Longrich curioseaba en un museo de Historia Natural cuando descubrió casi por casualidad una nueva especie de pequeño dinosaurio. Lo más extraordinario es cómo arroja luz sobre la evolución del continente americano.

24horas Administrator

Miércoles 2 de diciembre de 2015

Una casualidad llevó a Nick Longrich, del departamento de Biología de la Universidad de Bath (Inglaterra), a descubrir una nueva especie de dinosaurio en Estados Unidos.

Aunque se trató de una casualidad un poco forzada, porque Longrich estaba revisando cajones en el Museo Peabody de Historia Natural, en la Universidad de Yale (EE.UU.), "para ver si había algo interesante".

"Y encontré un extraño resto de mandíbula etiquetado como de dinosaurio ornitópodo. Y aunque no sabía bien lo que era, sí que tenía claro que no era un ornitópodo", le contó Longrich a la BBC.

"Cuando vi que había sido encontrado en el este de Estados Unidos, me di cuenta de que podía ser algo que no habíamos visto antes", explicó.

Resultó ser un pequeño ceratópsido, es decir, un dinosaurio con cuerno, que sin embargo era muy diferente a los que han sido encontrados en el oeste del continente.

"Debió ser del tamaño de una oveja, tenía pico y debió parecerse al triceratops pero sin los cuernos en la frente. En cambio, tenía dos pequeños en las mejillas", explica.

Pero el descubrimiento es importante sobre todo por lo que dice de la evolución geológica de Norteamérica.

De hecho, el pequeño dinosaurio viene a dar evidencia de que durante el Cretácico superior, entre 66 y 100 millones de años, Norteamérica estaba dividida y separada por un mar poco profundo.

Este mar, iba desde el Golfo de México hasta el océano Ártico.

Los dinosaurios que vivían en el continente del oeste, llamado Laramidia, eran similares a los de Asia, con la que el territorio estaba conectado.

Pero el del este, Apalachia, era un continente isla, como en la actualidad Australia.

Y la antigua Aapalachia es ahora una zona de vegetación muy densa, lo que hace muy difícil excavar y descubrir fósiles.

Por eso, hay muy pocos como el descubierto por Longrich, quien sin embargo destaca que lo poco que ha sido descubierto en el este es muy diferente a lo del oeste.

"Esto parece estar diciéndonos que hay un patrón que tiene que ver con la geografía de aquel tiempo, cuando el este de Norteamérica estaba conectado con Asia".

"Y los dinosaurios siguieron su propio ritmo, evolucionaron en sus propias especies".