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Lo que Taiwán puede aprender de las protestas en Hong Kong para hacerle frente a China

Mientras Hong Kong defiende su sistema especial frente al gobierno chino, Taiwán, un territorio reclamado por Pekín, observa con atención y se prepara para el futuro, cada vez más identificado con la excolonia británica.

24Horas.cl TVN

Miércoles 1 de octubre de 2014

Los estudiantes activistas organizaron el lunes una protesta frente a la oficina de Hong Kong en Taipéi.

El pasado mes de enero, 13 grupos de Hong Kong y Taiwán se congregaron en Taipéi para una conferencia de fin de semana. El encuentro no atrajo mucha atención, pero fue la primera vez que se reunían de manera organizada defensores de la democracia, incluidos representantes de los partidos políticos hongkoneses y estudiantes de ambas partes.

A pesar de su proximidad geográfica, taiwaneses y honkgoneses habían colaborado muy poco previamente. Taiwán ha disfrutado de sufragio universal completo desde 1996; pero un año más tarde, Hong Kong fue devuelta por Reino Unido a China. Parecían tener destinos diferentes.

Sin embargo, las crecientes preocupaciones acerca del gobierno central de Pekín han aproximado a ambas partes, culminando en un apoyo mutuo a los movimientos "Occupy Central" en Hong Kong y al anterior "Occupy Parliament" en Taipéi.

 

"La democracia de Taiwán y la democracia de Hong Kong tienen la misma amenaza: el gobierno de Pekín", señala Lai Chung-chiang, un abogado residente en Taipéi y activista de larga data.

Ahora ambas partes sienten que comparten metas similares y están colaborando más estrechamente, algo que con seguridad preocupará a Pekín.

El martes, los estudiantes entregaron una carta de protesta a John Leung, director de la ofina comercial de Hong Kong en Taipéi.

Después de todo, Taiwán podría ser visto como una mala influencia: décadas -algunos dirán más de un siglo- de experiencia de lucha por la democracia. Entre los taiwaneses hay gente profundamente antichina que desea la independencia, mientras que sus manifestantes han sido más audaces y desafiantes que los hongkoneses.

Muchos creen que el éxito del movimiento de Taiwán sirvió de inspiración a los activistas de Hong Kong.

 

Dos meses después de la reunión de enero, los estudiantes taiwaneses ocuparon el Parlamento durante 24 días y no se fueron hasta que la legislatura aceptara aprobar una ley que permite una supervisión pública rigurosa de los acuerdos firmados con China.

"Debido a que el movimiento "Occupy Parliament" de Taiwán tuvo éxito, la gente de Hong Kong sintió que también sería posible para ellos", dice Lai.

Muchos estudiantes hongkoneses vinieron aquí a aprender, incluso a cómo diseminar información en línea oportunamente y a coordinar suministros y donaciones.

En marzo pasado, los manifestantes irrumpieron en la legislatura de Taiwán, en medio de una disputa sobre un acuerdo comercial con China.

"Respaldo mutuo"

En los últimos días, activistas taiwaneses han ido a Hong Kong a darles su apoyo. Entre ellos, Karen Cheng, que acaba de regresar.

"Nos preocupa mucho Hong Kong porque realmente apreciamos nuestra libertad y nuestra democracia", declaró Cheng. "Nos preocupa que Hong Kong hoy sea Taiwán mañana (si algún día se reunifica con China continental)".

Pekín debería haber previsto estos temores mientras trabajaba en los últimos años para cortejar a Taiwán: el próximo en una lista de territorios que China siente que se le han arrebatado injustamente cuando era débil y que desea recuperar, para unificar la "madre patria".

El gobierno de Pekín esperaba que permitir a Hong Kong prosperar económicamente después de la devolución de 1997 convencería a Taiwán a reunificarse.

Pero si otorga o no democracia a Hong Kong afectará directamente la confianza de los taiwaneses en China que probablemente no querrán de ninguna forma la reunificación.

En las protestas en Hong Kong miles de personas salieron a las calles.

 

Algunos manifestantes durmieron en las calles durante la noche para imponer un bloqueo de áreas clave.

Las recientes declaraciones del presidente chino, Xi Jinping, de que Taiwán debería aceptar la misma fórmula "Un país, dos sistemas" bajo la cual Pekín gobierna a Hong Kong, tras su negativa a permitir que los hongkoneses elijan directamente a su líder, indican que podría estar despistado sobre lo que más importa a los taiwaneses: el autogobierno.

El presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, ha rechazado la sugerencia de Xi, afirmando: "Comprendemos y respaldamos completamente la demanda de Hong Kong por el sufragio universal". Añadió que dar al pueblo de Hong Kong el derecho a escoger a su propio líder sería una situación en la que todos ganan, Hong Kong y China.

La conjunción de intereses entre Hong Kong y Taiwán representa un dolor de cabeza para Pekín.

Pero está limitado en cuánto más puede decir.

Ma espera reunirse con Xi en la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, a realizarse en Pekín en noviembre, y no desea poner en peligro las futuras negociaciones con China.

Pekín tendrá que lidiar con dos asuntos con los que lidiaba por separado y que se están juntando, explicó Arthur Ding Shu-fan, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Cheng-chi.

"Tendrán que descubrir cómo tranquilizar a Taiwán para que no apoye a Hong Kong", agregó.

Probablemente también llenará una larga lista negra de activistas taiwaneses que intenta mantener fuera de Hong Kong. Por lo pronto, ya se les negó el ingreso a los líderes estudiantiles Lin Fei-fan y Chen Wei-ting.

Pero además de ellos, hay mucha más gente que ahora se siente conectada con Hong Kong, que ya no es visto como simplemente un lugar para hacer compras o transferencias de vuelos.

"Ellos nos apoyaron (en marzo y abril) y ahora nosotros los respaldamos", expresó Cheng. "El apoyo mutuo ayudará a ambas partes".